La teoría de la semilla.
1. La semilla
La semilla es el elemento original de algo.
Es el grano, la semilla que sembramos. Es un acto o acción.
Todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará. El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:7-8.
En Gálatas 6:7-8, el apóstol Pablo establece los principios que determinan la cosecha. Comienza con esta interesante advertencia: “No se equivoquen…” ¿Por qué? Porque muchos se equivocan: o piensan que su cosecha nunca llegará o lo ven como una lotería. Imaginan que la cosecha no es más que fruto del azar.
2. Ganancia de la cosecha
Quien siembra algo, cosechará precisamente lo que siembra.
Pablo nos invita a no dejarnos engañar, porque no nos burlamos del principio establecido por Dios, según el cual todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará. Entendamos lo que esto significa. Cuando dice “lo que sea”, significa “lo que sea”, y hombre tiene un significado genérico y se refiere al ser humano en general. El verbo “cosechar” evoca la cosecha, el fruto que produce lo sembrado. De modo que quien siembra algo, cosechará exactamente lo que siembra. Es una ley de la naturaleza que Dios puso en vigor en el momento de la creación. La ley de la siembra y la cosecha se aplica a los asuntos espirituales, físicos, familiares e incluso financieros. Lo que siembras es lo que cosecharás.
Luego, Pablo explica cómo funciona esta ley en nuestras vidas. “El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción”. Si sembramos lo que agrada a nuestra carne (que es contrario al Espíritu), cosecharemos corrupción, muerte. Pero, continúa Pablo, “pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
3. Una reflexión sobre las criptomonedas
Dependiendo de las técnicas agrícolas, es necesario elegir la semilla adecuada.
Aquí hay que invertir en criptomonedas con un futuro tranquilizador.
La semilla es siempre muy pequeña.
Por lo tanto, no debes invertir en criptoactivos que ya tengan un valor exorbitante, a menos que tengas una visión a corto plazo.
La semilla no crece en un solo día.
Por eso hay que tener paciencia.
Así que recordemos esto:
Es recomendable elegir criptoactivos que cuesten lo menos posible y con un enorme potencial de futuro. Con un poco de paciencia, la cosecha será estupenda en unos meses o años.
Aquí hay algunas criptomonedas prometedoras:
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