Imagina que estás en una montaña rusa: una hora allí arriba, disfrutando de la vista, y otra hora cayendo en picado de la nada. Así es más o menos como funciona el mercado financiero, especialmente con cosas como Bitcoin y las criptomonedas. Parece divertido, pero también puede provocarte mariposas en el estómago.
Esta semana promete ser más tranquila (¡uf!), sin grandes datos económicos que desordenen el mercado. Pero cuidado: el 26 de diciembre, EE.UU. publicará las solicitudes de prestaciones por desempleo. ¿Por qué esto importa? Bueno, estos números pueden dar pistas sobre cómo va la economía, y las criptomonedas –especialmente Bitcoin– son como esas personas que reaccionan ante cualquier pequeña cosa.
Ahora, pensemos en la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, como un DJ que controla la música de la fiesta (las tasas de interés). Recientemente, "ralentizó" el ritmo, recortando los tipos de interés en un 0,25%. Pero, al mismo tiempo, advirtió que en 2025 el sonido podría volver a ser más intenso. Resultado: las personas que invierten en cosas riesgosas, como Bitcoin, retrocedieron.
Y aún hay más: ¿recuerdas esa analogía de la montaña rusa?
Un experto comparó el precio de Bitcoin con la oferta monetaria mundial. Cuando el dinero circula a voluntad, Bitcoin sube. Cuando da ese agarre, cae. ¿Y adivina qué? En los últimos dos meses, el mundo ha perdido 4,1 billones de dólares de este “dinero circulante”. Esto sería como una montaña rusa que pierde impulso, y Bitcoin podría caer bruscamente, hasta alrededor de 20.000 dólares, según algunas previsiones.
Entonces la pregunta es: ¿crees que es mejor esperar a que se detenga la montaña rusa o aprovechar las bajadas para tomar buenas decisiones?