Oh Dios, Tú eres mi Señor, no hay más dios que Tú. Tú me creaste y yo soy Tu siervo, y cumplo Tu pacto y prometo tanto como puedo. Busco refugio en Ti del mal de lo que tengo. hecho, reconozco Tu gracia sobre mí, y reconozco mi pecado, así que perdóname, porque nadie perdona los pecados excepto Tú.

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Explicación de la súplica:

1. “Oh Dios, Tú eres mi Señor, no hay más dios que Tú”:

Un reconocimiento de la unidad y divinidad de Dios, y de que sólo Él es digno de adoración.

2. “Tú me creaste y yo soy tu siervo”:

Reconocimiento de que Dios es el Creador y que tú eres Su siervo, sujeto a Su mando y obediencia.

3. “Cumplo con tu pacto y prometo todo lo que puedo”:

Comprométete a tratar de mantener el pacto de fe y la promesa de obediencia a Dios lo mejor que puedas.

4. “En Ti busco refugio del mal de lo que he hecho”:

Busca protección de los malos efectos de los pecados y transgresiones que has cometido.

5. “Reconozco tu gracia sobre mí”:

Reconocimiento y reconocimiento de las innumerables bendiciones de Dios.

6. “Y reconozco mi pecado”:

Una admisión de culpa y negligencia, que muestra humildad y retorno a Dios.

7. “Así que perdóname, porque nadie puede perdonar los pecados excepto tú”.

Pedir perdón a Dios y tener la certeza de que sólo Él puede borrar los pecados.

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La virtud de esta súplica:

En un noble hadiz se menciona que el Profeta, que Dios lo bendiga y le conceda paz, dijo:

> “Quien lo diga y esté seguro de ello al atardecer y muera esa noche entrará al Paraíso, y quien lo diga y esté seguro de ello por la mañana y muera ese día entrará al Paraíso”.

(Narrado por Al-Bujari).

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Conclusión:

Esta súplica es una fórmula integral para buscar perdón y arrepentimiento, en la que el siervo reconoce las bendiciones de Dios sobre él, se somete a pedir perdón y renueva su compromiso de servidumbre y obediencia.