¿Qué pasará entonces con D.O.G.E? Donald Trump y Elon Musk parecen estar en camino hacia la separación, y no es la ruptura que alguien esperaba. Verás, incluso antes de que regrese oficialmente a la Oficina Oval, el presidente ya se enfrenta a susurros de que Elon tiene más influencia en su presidencia de la que nadie debería. Si toman caminos diferentes el próximo año, el destino de su ambicioso proyecto, el Departamento de Eficiencia del Gobierno (D.O.G.E), se verá sumido en el caos. "Aclarémoslo de una vez", supuestamente dijo Trump en el escenario en Phoenix durante la conferencia AmericaFest Turning Point USA. "No, él no será presidente, eso te lo puedo decir. Y estoy a salvo. ¿Sabes por qué no puede ser? No nació en este país". La multitud recibió esto con entusiasmo, vitoreando el nombre de Trump mientras el humo y los fuegos artificiales iluminaban el escenario. La tensión aumenta, ya que Elon eclipsa a Trump. La asociación entre el magnate tecnológico y el presidente comenzó con grandes promesas, pero se ha convertido en una bomba de tiempo. Elon no tiene reparos en hacer cambios. La semana pasada ayudó a desbaratar las medidas de emergencia sobre el gasto en el Congreso, un acto que se convirtió en noticia y dejó a los demócratas e incluso a algunos republicanos furiosos. La naturaleza impredecible de Elon, combinada con su creciente influencia política, ha comenzado a desagradar a Trump. Los informantes dicen que Trump está cansado del creciente perfil de Elon y no aprecia la sombra que él proyecta sobre su administración. Las grietas comenzaron a aparecer cuando la participación de Elon en D.O.G.E empezó a atraer más atención, especialmente cuando busca recortar el financiamiento de organizaciones como el IRS y la Reserva Federal. La misión de D.O.G.E es recortar 2 billones de dólares en gastos innecesarios al reducir agencias infladas y eliminar regulaciones inútiles. Elon y Vivek Ramaswamy fueron elegidos por Trump para liderar esta campaña, pero la estrella de Elon está eclipsando al presidente de maneras que a él claramente no le gustan. "Él no dirige el país. Nunca", declaró Trump, desmintiendo los rumores de que Elon incluso podría querer postularse. "La Constitución dice que debes nacer aquí. Él no nació. Fin de la historia". ¿Qué pasará con D.O.G.E sin Elon? Para empezar, D.O.G.E no tiene la aprobación oficial del Congreso, lo que significa que funciona más como un grupo consultivo de alto perfil que como un departamento federal real. El objetivo de ahorrar 2 billones de dólares para el 4 de julio de 2026 —el 250 aniversario de la independencia de América— suena bien sobre el papel, pero sin el liderazgo de Elon, las posibilidades de lograrlo se reducen drásticamente. Su reputación como innovador y su capacidad para desmantelar industrias enteras son las cualidades de las que depende este proyecto. Su pérdida privaría a D.O.G.E de su activo más poderoso. Vivek, aunque un empresario capaz por derecho propio, no tiene la misma influencia. El presupuesto federal de EE. UU. es de 6.5 billones de dólares al año, y la administración de Trump prometió encontrar enormes ahorros analizando cada rubro de gasto. Los críticos ya han señalado que tales medidas pueden llevar a despidos, interrumpir servicios públicos y crear caos en las operaciones gubernamentales. Sin Elon, incluso estos planes tambaleantes pueden colapsar por completo. Pero las consecuencias de la ruptura entre Trump y Elon se extenderán mucho más allá de D.O.G.E. Los partidarios de Trump han visto a Elon como parte del equipo, considerando su asociación como una poderosa alianza contra la burocracia arraigada de Washington. Si Elon se va, algunos de la base de Trump (especialmente los jóvenes con habilidades técnicas y donantes adinerados que admiran la visión de Elon) pueden seguirlo. Por otro lado, romper lazos con Elon puede ayudar a Trump a recuperar el control sobre su propia narrativa. Pero los riesgos son reales. El Partido Republicano ya muestra signos de fractura interna. Los republicanos en la Cámara de Representantes se están volviendo cada vez más rebeldes, algunos ignorando abiertamente las indicaciones de Trump. La pérdida de Elon podría avivar a estos grupos, haciendo aún más difícil para Trump mantener el control sobre el partido y avanzar en su agenda. También podría abrir las puertas a nuevos líderes republicanos que no estén tan ligados al estilo populista de Trump y se inclinen más hacia valores conservadores tradicionales.
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