#ChristmasMarketAnalysis #XRP #Brasil Soñar con enriquecerme con criptomonedas, especialmente con XRP, se convirtió en mi mayor plan de escape de la realidad. Mientras el mercado sube y baja más que el estado de ánimo de quienes ven el precio del gas, yo me siento aquí esperando que 2025 sea el año en el que finalmente le diga adiós al barro. Con cada noticia sobre la adopción de XRP o los rumores de asociaciones, mi corazón da un vuelco, pensando que tal vez estoy más cerca de dejar atrás los billetes.
Por otro lado, mirar la política brasileña es como ver una mala telenovela: sabes que te vas a enojar, pero no puedes dejar de mirar. Cada nuevo escándalo sólo aumenta mi deseo de escapar de este sistema que parece haber sido creado para mantenernos atrapados. De aquí viene mi fe en XRP: un escape, una oportunidad de cambiar mi vida sin depender de nadie.
Si 2025 trae la tan esperada apreciación, seré el primero en decir: “Valió la pena creerlo”. Pero si no funciona, al menos lo intenté. Porque, en el fondo, de eso se trata ser brasileño: creer en lo imposible, reírse del caos y encontrar siempre la manera de seguir soñando. Quién sabe, ¿tal vez la próxima criptomoneda sea mi punto de inflexión?