El presidente Donald Trump nominó a Steve Miran, ex asesor económico principal del Departamento del Tesoro en 2016, para encabezar el Consejo de Asesores Económicos (CEA) para su segundo mandato. El nombramiento de Miran lo coloca en el centro de la estrategia económica de Trump, que se centra en recortar impuestos, aranceles y combatir la inflación. Si bien la postura de Miran sobre Bitcoin ha llamado la atención, su papel como figura clave en la configuración de la política económica estadounidense sigue siendo su mandato más importante.

Como nuevo presidente de la CEA, Steve Miran asesorará al presidente Trump sobre cuestiones de política económica. Su enfoque incluirá gestionar la inflación, promover la reforma fiscal y abogar por aranceles, todo ello destinado a promover el crecimiento económico. Trump expresó confianza en las capacidades de Miran y afirmó que su liderazgo ayudaría a crear un auge económico que beneficiaría a todos los estadounidenses.

La experiencia de Miran será crucial mientras Trump busca implementar políticas para reactivar la manufactura estadounidense y aumentar los ingresos de los hogares. La agenda económica, que ayudó a asegurar la reelección de Trump y una mayoría republicana en el Congreso, enfrenta el escrutinio de economistas preocupados por sus posibles efectos secundarios, como el aumento de los precios al consumidor y la deuda nacional.

Steve Miran ofreció una visión matizada sobre Bitcoin, atrayendo la atención de la comunidad de criptomonedas. Si bien no es un maximalista de Bitcoin, Miran reconoce el impacto económico de las criptomonedas, especialmente en medio de la inflación. 

Ha expresado escepticismo sobre el papel del Bitcoin como activo de "refugio seguro" durante un período de subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, una opinión contraria a la de algunos inversores famosos como Cathie Wood.

Miran también ha vinculado el aumento de las criptomonedas y las acciones de memes con las presiones inflacionarias. En una declaración de 2023, argumentó que los efectos de estos fenómenos sobre la riqueza han contribuido a la escasez de mano de obra, un factor clave de la inflación. 

A pesar de esto, Miran ha admitido tener deficiencias en su comprensión del mercado de las criptomonedas, especialmente en la evaluación del impacto macroeconómico más amplio de Bitcoin. 

La opinión de Miran sobre los impactos económicos más amplios de Bitcoin sigue siendo cautelosa. Reconoció los recientes aumentos de precios de la criptomoneda y señaló que el crecimiento de Bitcoin desde finales de 2023 hasta principios de 2024 podría aumentar las presiones inflacionarias. 

Sin embargo, sigue dudando a la hora de cuantificar el impacto general de Bitcoin, señalando que grandes cantidades de Bitcoin son inaccesibles o se pierden. Los comentarios de Miran sugieren un enfoque pragmático, reconociendo el papel de Bitcoin sin considerarlo directamente como un factor clave en la política económica.

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