Acontecimientos de la vida real como la liquidación de gobernadores muestran claramente que seguir la Sharia no es sólo obediencia a los mandamientos de Dios, sino también un medio de protegerse a uno mismo y a su riqueza.

Lo que sucedió esta semana con los usuarios que utilizaron apalancamiento y préstamos usureros es evidencia de la sabiduría del Islam al prohibir estas herramientas. El Islam llama a generar riqueza de manera segura y sostenible, y advierte contra métodos que conducen a la destrucción del dinero y su agotamiento de manera injusta.