Nunca imaginé una caída de este tipo, es algo sin precedentes. El mercado parece completamente sin vida, un marcado contraste con la vitalidad que esperaríamos durante una racha alcista. Lo más desconcertante es que esto no está sucediendo en un mercado bajista típico, sino que se está desarrollando en el corazón de lo que debería ser un repunte próspero.
La falta de actividad es asombrosa. Normalmente, los mercados alcistas se definen por el entusiasmo, los precios en alza y los volúmenes en aumento. Sin embargo, ahora hay una quietud inquietante, un estancamiento que es difícil de comprender. Incluso en los ciclos bajistas, este nivel de inactividad llamaría la atención, pero verlo ahora, cuando el impulso alcista debería impulsar el mercado, es más que desconcertante.
Esta desviación de los patrones históricos no tiene precedentes. Los mercados alcistas tradicionalmente traen consigo repuntes explosivos, máximos récord y una energía comercial ferviente. En cambio, estamos presenciando un silencio tan profundo que nos obliga a cuestionar el estado actual del mercado y lo que puede deparar el futuro.