El CEO de Blockstream e inventor de Hashcash, Adam Back, ha salido en defensa de BlackRock después de que el reciente anuncio de Bitcoin de la compañía provocara indignación en toda la comunidad de criptomonedas. Incluía una pequeña pero explosiva advertencia: "No hay garantía de que el límite de suministro de 21 millones de Bitcoin no se modifique".
Para los bitcoiners, el anuncio de Bitcoin fue un golpe directo al corazón de lo que representa el activo. Sin embargo, Back ha restado importancia a la controversia. Explicó que la exención de responsabilidad era una protección legal insertada por los abogados de BlackRock, no una declaración de intenciones.
“Obviamente, sus abogados les hicieron escribir eso ya que venden productos de inversión y no tienen control”, dijo Back. Pero para una comunidad alérgica a la intromisión corporativa, sus palabras hicieron poco para extinguir el fuego.
Los Bitcoiners no pueden confiar en BlackRock
Ya ha habido preocupaciones sobre la centralización forzada por lo que se cree ampliamente que es la empresa más poderosa del planeta. Los usuarios de X especularon que BlackRock podría estar preparando influir en el protocolo de Bitcoin. Uno incluso llamó al anuncio “muy espeluznante.”
El momento del anuncio solo añadió sospechas. BlackRock gestiona más de 524,000 Bitcoin por un valor de 53 mil millones de dólares a través de su fondo cotizado en bolsa (ETF), lo que lo convierte en el mayor jugador institucional en el mercado. Para los verdaderos creyentes de Bitcoin, tal influencia concentrada es inquietante.
Críticos fuera de la burbuja de Bitcoin se unieron. El antagonista de Bitcoin desde hace mucho tiempo, Peter Schiff, no perdió tiempo en criticar el anuncio, llamándolo lleno de falsedades y etiquetando el abrazo de Wall Street a Bitcoin como deshonesto. Y aunque sus palabras pueden no tener peso con los Bitcoiners, amplificaron la indignación en torno al anuncio.
El límite de suministro de 21 millones de Bitcoin es la base de su propuesta de valor. Es lo que lo distingue de las monedas fiduciarias propensas a la inflación. El límite está codificado en el diseño de Bitcoin, lo que hace imposible cambiarlo sin consenso. Aun así, la mera sugerencia de alterarlo siempre ha sido un tema tabú.
Viejas batallas con nuevos jugadores
El anuncio está arrastrando a la gente de vuelta a la Guerra del Tamaño del Bloque, esa enemistad hostil en la comunidad de Bitcoin desde 2015 hasta 2017. Todo el argumento era sobre si el tamaño del bloque de Bitcoin debería aumentarse para hacer las transacciones más rápidas y baratas.
Por un lado estaban los “grandes bloqueadores”, que presionaban por tamaños de bloque más grandes para escalar Bitcoin como sistema de pago. Por el otro estaban los “pequeños bloqueadores”, que argumentaban que aumentar el tamaño del bloque centralizaría la red al dificultar que los individuos ejecutaran nodos.
El conflicto alcanzó un punto de ebullición con la propuesta del Acuerdo de Nueva York en 2017, que quería implementar Segregated Witness (SegWit) mientras también duplicaba el tamaño del bloque.
Algunas personas lo vieron como un intento de las corporaciones de secuestrar Bitcoin, y un movimiento de base conocido como el Soft Fork Activado por el Usuario (UASF) forzó la activación de SegWit sin la aprobación de los mineros. Sin embargo, las consecuencias llevaron a la creación de Bitcoin Cash, un hard fork que adoptó tamaños de bloque más grandes. Sus efectos aún se sienten en la actualidad.
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