Cuanto más presiona Powell, más fuerte se vuelve Bitcoin.
El “trueno de medianoche”, tras la conferencia de prensa, Bitcoin cayó abruptamente, con una disminución de casi el 5% en una hora. Algunos analistas del mercado bromearon: “Parece que la declaración de Powell es más efectiva que los mineros de Bitcoin.”
Aunque Bitcoin ha caído, muchos inversores lo ven como una buena oportunidad para comprar a precios bajos.
Horas después de la conferencia, un video de parodia se difundió rápidamente en la red. En el video, Powell fue editado como un minero que agita un gran martillo, golpeando frenéticamente la pantalla de la computadora donde están las palabras “descentralización”, con una voz en off que dice: “¡Yo no soy un minero, en realidad no me gusta Bitcoin!”
Este dramático “discurso de Powell” no solo no logró sacudir la posición de Bitcoin, sino que se convirtió en un tema del que la gente habla con entusiasmo. Quizás, su declaración es más como una absurda comedia, una actuación cómica rara en el mundo financiero moderno.
Las palabras de Old Powell revelan una especie de obsesión contradictoria: una persona que afirma ser “aislada” de Bitcoin, insiste tanto en enfatizar su distancia de él. Esta actitud casi “no me hables” es sorprendentemente similar a la de un niño que busca atención.
En el futuro, cuando el precio de Bitcoin vuelva a ascender, la gente podría agradecer a Powell por ofrecerle una rara “oportunidad de subida”. Y su nombre, tal vez, se convertirá en una nota al pie en la historia de Bitcoin: la persona que intentó alejarse de Bitcoin, pero que sin querer se convirtió en su propagador.