La fusión de las criptomonedas con los negocios tradicionales y las finanzas convencionales parece ser inevitable, pero esto no significa la desaparición de la visión original de la blockchain.

Escrito por: Mario Laul

Traducido por: Luffy, Foresight News

La base de la blockchain pública fue establecida por los cypherpunks. Aunque la industria de las criptomonedas está destinada a engendrar una variedad de ideas y prácticas, principios como la descentralización, el software de código abierto, la seguridad criptográfica, la privacidad y la soberanía autónoma son la base de sus resultados más disruptivos. Pero hay un problema, debido a la falta de un marco regulatorio que fomente la innovación y legitime la blockchain como una infraestructura con características únicas, los emprendedores cripto se enfrentan a una difícil elección: ¿mantener el espíritu del purismo, lo que complicaría enormemente la estructura y operación de sus proyectos, o comprometerse con los ideales iniciales a cambio del apoyo regulador y una adopción más tradicional? Lo llamo el dilema del emprendedor cripto.

Desde su creación, la blockchain ha estado vinculada a grandes ambiciones: la separación del dinero del estado, pagos globales y redes de coordinación no censuradas, servicios de software sin un único punto de fallo, y nuevas formas de organización y gobernanza digital. La propagación de esta ambición revolucionaria requiere un entorno especial, en el caso de las criptomonedas, las consecuencias de la crisis financiera global y la evolución de los datos y modelos de negocio de las grandes empresas tecnológicas proporcionaron ese entorno. Sumado a la adopción global de tecnologías digitales y los mecanismos de incentivos integrados de los tokens, las criptomonedas contaron con una manera casi perfecta para el desarrollo temprano de su ecosistema. Desde entonces, el crecimiento del capital social y financiero de redes blockchain individuales y de toda la industria ha convertido a las criptomonedas en una fuerza a tener en cuenta, como lo demuestra su prominente papel en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024.

La ambición revolucionaria también requiere valentía y ingenuidad. Los intentos de socavar cualquier estructura social (especialmente aquellas basadas en leyes) a menudo terminan en fracaso. Las criptomonedas capitalizan el descontento popular, dirigiendo su enfoque hacia las instituciones actuales, pero esta postura siempre ha sido difícil de alinear con el objetivo de construir una plataforma digital que sirva a una vasta base de usuarios globales. Del mismo modo, las transacciones basadas en blockchain eluden los requisitos regulatorios de las jurisdicciones donde operan los proveedores de infraestructura o los comerciantes, lo que las hace susceptibles a la represión por parte de las autoridades locales. El costo final del crecimiento de las criptomonedas es la formalización de su estatus regulatorio y todo lo que esto conlleva. Adaptando una famosa cita: puede que tú no te intereses por el gobierno, pero el gobierno se interesa por ti.

Aunque gran parte de la regulación aún está en cambio, eso es precisamente lo que estamos viendo en la práctica. Desde la imposición de impuestos sobre actividades relacionadas con criptomonedas y la clasificación de activos tokenizados, hasta la aplicación de reglas contra el lavado de dinero / financiamiento del terrorismo y la búsqueda de responsabilidad legal en la gobernanza de DAO, las criptomonedas están siendo gradualmente incorporadas en los sistemas regulatorios existentes centrados en jurisdicciones nacionales. Sin embargo, más importante aún, este proceso también incluye el establecimiento de nueva jurisprudencia y marcos regulatorios, que son el principal campo de batalla para asegurarse de que el valor original de las criptomonedas no sea destruido en luchas ideológicas y políticas que determinarán el equilibrio de poder entre los diferentes interesados involucrados. El dilema del emprendedor cripto existe porque, como cualquier actividad innovadora que podría tener un impacto profundo, su proceso de legalización es lento y controvertido. Para las criptomonedas, esto es especialmente desafiante, ya que las acciones de algunos actores malintencionados han causado una variedad de malentendidos sobre la industria.

Otro factor a destacar es la creciente fusión de la blockchain con modelos de negocio y finanzas más tradicionales. Para aquellos que ven las criptomonedas como un sistema paralelo destinado a competir con o reemplazar a las instituciones tradicionales, difuminar las líneas entre ambos es la raíz de la disonancia cognitiva y los conflictos internos. Para otros, es un signo de éxito y la única forma sostenible de que la blockchain se convierta en una infraestructura de importancia sistémica. A medida que la industria cripto madura y los riesgos disminuyen, también crecerán y diversificarán los constructores, operadores y usuarios. Aunque esto hace que las criptomonedas sean un mercado atractivo para las empresas tradicionales, va más allá de la propuesta de valor inicial, también amplificará aún más la ambigüedad narrativa de las criptomonedas, especialmente si se combina con infraestructuras controladas institucionalmente en diversas formas. Esta es una amenaza de larga data que aumentará proporcionalmente con la continua adopción de las criptomonedas.

Entonces, cuando la blockchain pública entra en la próxima fase de la curva de adopción, ¿cómo se puede describir adecuadamente la relevancia del dilema del emprendedor cripto? Por un lado, el éxito generalizado de las criptomonedas parece depender más de su integración estrecha con los sistemas existentes que de adherirse a algún ideal de descentralización idealizada y todo abarcante. Aceptar que la mayoría de los 'proyectos cripto' eventualmente se fusionarán con empresas tradicionales o planes de software de código abierto, o que la mayoría de los usuarios de blockchain es poco probable que internalicen el espíritu de los cypherpunks hasta el punto de que se convierta en el principal factor que guíe sus decisiones de consumo, no es una herejía. Al final, la descentralización no debería tener nada de especial, y no hay controversia en que las empresas centralizadas usen y operen la blockchain pública, al menos mientras esos sistemas permanezcan abiertos, verificables y más resilientes que otras alternativas. Por lo tanto, una vez que el estatus regulatorio de las criptomonedas esté completamente aclarado, este dilema se volverá irrelevante para la mayoría de los emprendedores.

Sin embargo, sería un error concluir que la visión original ha llegado a su fin. Tecnologías como los robots autónomos y la inteligencia artificial están presentando nuevos y profundos desafíos para la revolución digital, y la demanda de potentes servicios de computación y gestión de información nunca ha sido tan urgente. La blockchain, como plataforma de innovación, puede ofrecer alternativas a los viejos sistemas que son vulnerables a la corrupción, la vigilancia masiva y los fallos únicos, pero la sostenibilidad de la blockchain solo será posible si un número significativo de emprendedores y defensores se comprometen a construir sistemas verdaderamente descentralizados, que mejoren la privacidad y sean resistentes a la censura. Aunque el éxito comercial de las criptomonedas ya no depende de esto, su legado social a largo plazo definitivamente lo hará.