Al graduarme, encontré un mercado frío; con una especialidad poco demandada, luché por sobrevivir en una pequeña empresa con ingresos escasos.

Por casualidad, vi un foro de Bitcoin en línea y me invadió la curiosidad. Desde entonces, me dediqué a aprender por mi cuenta sobre blockchain y criptomonedas, día y noche sin descanso.

No pasó mucho tiempo antes de que entrara en el mundo de las criptomonedas con nervios, llevando un capital de veinte mil. Compré Bitcoin y Ethereum, y desde entonces he estado atento al mercado, con el corazón moviéndose al ritmo de los precios.

A mediados de 2017, el mercado se veía positivo, no me detuve y, tras investigar, seleccioné una nueva altcoin emergente para invertir fuertemente. Debido a su tecnología única, parecía tener el potencial de resolver los puntos críticos de la industria.

Pero la buena racha no duró mucho, el mercado cambió drásticamente, el precio de las monedas se desplomó, y el valor de las altcoins en las que invertí disminuyó considerablemente. Después de un momento de pánico, analicé con calma, y basándome en las tendencias técnicas y las perspectivas del proyecto, no solo no vendí, sino que aumenté mi posición en niveles bajos, decidido a mantener una inversión a largo plazo.

Hasta 2019, apareció un giro, esa moneda ganó la preferencia del mercado gracias a la innovación tecnológica y la expansión de aplicaciones, y su precio se recuperó. Aproveché la tendencia para vender por partes, logrando recuperar mi inversión y obtener ganancias.

Después, aproveché mis contactos y experiencia para participar en la inversión temprana en un proyecto de criptomonedas de pagos transfronterizos. Estudié detenidamente el libro blanco y, tras investigar al equipo, invertí capital.

Este proyecto avanza sin problemas, el valor del token aumenta, y yo también obtengo grandes beneficios, mis activos crecen enormemente.

En la actualidad, tengo un pequeño éxito en el mundo de las criptomonedas, pero sigo siendo cauteloso como al principio. Diversifico mis inversiones para prevenir riesgos, continúo aprendiendo y siguiendo las dinámicas, y estoy atento a las políticas en busca de oportunidades.

Mirando hacia atrás, no hay atajos para hacerse rico rápidamente, solo con esfuerzo y fe se puede arraigar en el mundo de las criptomonedas. Espero que los que vengan después también puedan mantener su esencia y avanzar con paso firme hacia sus sueños.