Hoy compré cinco lotes, mañana compraré diez lotes, el corazón desea seguir el fondo, pero es difícil detenerse. No he visto el aumento, pero la caída ya es profunda, sin embargo, la mente aún está indecisa, pensando en un rebote, así que sigo aumentando mi posición. De repente escucho malas noticias, mi posición está manchada de rojo sangre, en la profunda noche me preocupa como el fuego, es difícil dormir al lado de la almohada.
Al día siguiente, al amanecer, me esfuerzo por animarme, miro las ganancias y pérdidas de la cuenta, solo veo pérdidas flotantes acumuladas. En mi corazón susurro: “El precio del mercado es tan bajo, ya no puede caer más.” Así que utilizo el capital restante para volver a entrar, comprar en el fondo es como un medicamento salvador. Sin embargo, la tendencia sigue siendo hacia abajo, al final no veo una oportunidad de recuperar mi inversión, la posición se vuelve más pesada, y mi estado de ánimo más caótico.
¡Ay! El que compra en el fondo, a veces actúa por avaricia, a veces por miedo, desea cambiar el mundo, pero se hunde en un pantano. Cada vez que pienso “no hay fondo en el horizonte”, en realidad “el abismo tiene un fondo más profundo”. Este es un problema mental, no un problema de posición.
El que aconseja a los que compran en el fondo dice:
En el mercado, lo que tiene fondo es solo la tendencia y no el precio. Si no se reconoce la tendencia, no se debe entrar al mercado; si no se tiene control de la posición, no se debe aumentar la posición. Si actúas en contra de la tendencia, seguramente serás objeto de risa por parte de los grandes jugadores; si persigues el fondo sin estrategia, al final serás devorado por las pérdidas.
Si uno puede juzgar el tiempo y la situación, observar con frialdad, y esperar a que el mercado sea claro antes de actuar, entonces el “fondo” se puede alcanzar; de lo contrario, entrar ciegamente al mercado significa que el “fondo” siempre estará más profundo. ¡Espero que todos lo recuerden y sean cautelosos!