Según TechFlow, el 17 de diciembre, el (The New York Times) informó que la relación entre el presidente electo de EE. UU., Trump, y el presidente de la Reserva Federal, Powell, podría volverse aún más tensa en el nuevo año, pero el personal de la Reserva Federal parece estar tomando precauciones con respecto a las conversaciones en torno a la política. Se informa que en la sede de la Reserva Federal, el estado de ánimo de la gente es cauteloso, y las menciones de Trump 2.0 tampoco son comunes.

(The New York Times) cita a un economista que pidió permanecer en el anonimato, diciendo que los analistas de la Reserva Federal incluso intentan evitar hablar casualmente sobre temas de aranceles en correos electrónicos o reuniones de Microsoft Teams, porque temen que esta información pueda filtrarse y ser utilizada para retratar a la Reserva Federal como un banco central "anti-Trump". Pero eso no es todo. Según fuentes, el tono de las conversaciones en los pasillos claramente se ha vuelto más negativo, aunque más a menudo, simplemente son charlas triviales que no involucran política.