El 15 de noviembre de 2024, Atom Accelerator Decentralized Autonomous Organization (AADAO), un DAO de Cosmos Hub, anunció que cerraría y devolvería los fondos restantes al Fondo de la Comunidad de Cosmos Hub. Los contribuyentes del DAO rechazaron unánimemente los bonos de rendimiento del año, que equivalían a $817,159 en tokens ATOM. El portafolio de inversión de AADAO incluye Sphinx, Plaza Finance, Elys Network, Drop Protocol y Union Labs. Se valora en $1.1 millones, con inversiones en espera por un valor adicional de $750,000.
Paradójicamente, la supervisión excesiva no es un desafío poco común que enfrentan los DAOs, lo que contradice sus propósitos declarados de descentralización y autonomía. Al cerrar sus operaciones, AADAO comentó que el enfoque actual del Comité de Supervisión obstruía su “capacidad para operar de manera efectiva”, añadiendo que en este contexto, ningún contribuyente quería liderar el DAO en el futuro ni siquiera continuar trabajando en él.
La decisión de cerrar refleja la evaluación de que el DAO enfrenta limitaciones significativas para entregar valor al Cosmos Hub bajo su estructura actual. Apoyar programas de testnet, asegurar infraestructura crítica y promover la utilidad de ATOM en diversas plataformas son algunos de los hitos que el DAO logró durante su operación.
Descentralizando los mecanismos de supervisión
Las posibles soluciones a la supervisión asfixiante implican delegar comités e implementar gobernanza multi-firma. Las billeteras de múltiples firmas requieren un consenso entre varias partes en lugar de una única autoridad centralizada para tomar una decisión.
Los tenedores de tokens podrían asignar supervisión a comités más pequeños y especializados, lo que podría permitir una gobernanza más ágil y enfocada sin microgestión.
Los contratos inteligentes automatizan las funciones de supervisión, asegurando que las acciones sean verificables y reduciendo la necesidad de intervenciones manuales.
Toma de decisiones autónoma y marcos de gobernanza
Los oráculos automatizan la toma de decisiones basadas en métricas predefinidas o datos externos, reduciendo la necesidad de supervisión humana. Además, los DAOs más pequeños y específicos podrían manejar tareas especializadas de manera autónoma dentro del ecosistema más grande.
Para establecer límites claros, los interesados en el DAO deben definir de antemano el alcance y los límites de la supervisión en los marcos de gobernanza. Las decisiones importantes deben requerir un quórum alto, asegurando que solo los problemas significativos requieran supervisión a gran escala.
Falta de claridad legal y adopción limitada
Actualmente hay más de 200 DAOs con millones de miembros y más de $10 mil millones en AUM. Titanes de la industria como Mark Cuban, Peter Thiel y Naval Ravikant han invertido en estas estructuras autónomas, reconociendo su potencial como una combinación de progresismo y capitalismo. El potencial es innegable, pero los inversores harían bien en considerar algunos desafíos adicionales antes de actuar según su intuición.
Los DAOs sirven para propósitos más allá de la gestión de protocolos de activos digitales. Estos incluyen facilitar plataformas de redes sociales, supervisar fondos de capital de riesgo, gestionar clubes sociales y apoyar esfuerzos filantrópicos. La gobernanza descentralizada depende en gran medida de la propiedad de tokens del DAO, lo que puede llevar a que un grupo de personas acumule una gran parte de los tokens y obtenga un mayor poder de voto basado en esos tokens. Cuando el poder de voto se acumula en manos de unos pocos inversores, las preocupaciones sobre el apoyo a propuestas poco razonables se vuelven inevitables.
Los DAOs a menudo carecen de estructuras corporativas formales con términos claros de protección de responsabilidad y distinciones entre los diferentes roles de los participantes. Los tenedores de tokens de gobernanza proponen acciones para que el DAO vote y tome. La falta de claridad en la forma legal crea riesgos pronunciados para los miembros debido a la naturaleza incierta de su responsabilidad legal.
Los DAOs emiten tokens en lugar de capital tradicional. Típicamente, los tenedores e emisores esperan retornos económicos o derechos de gobernanza de los tokens, pero a menudo no hay ninguna relación legal entre el DAO y sus tenedores de tokens. Esto crea un riesgo para estos últimos, ya que pueden no tener ningún recurso o protección si surgen problemas legales o disputas.
Responsabilidades personales y fiscales
Los malentendidos en torno a las responsabilidades personales de los miembros del DAO pueden surgir, especialmente cuando no cumplen con las propuestas aprobadas. Esta ambigüedad bloquea la expansión del DAO más allá de los entornos de blockchain y plantea problemas en términos de integración de activos fuera de la cadena. A medida que las redes DAO crecen y se desarrollan, abordar estos problemas se vuelve crítico, ya que el objetivo no es solo sobrevivir, sino prosperar.
Además, las implicaciones fiscales de los DAOs siguen envueltas en la niebla. Los DAOs no pueden presentar impuestos ni beneficiarse de reembolsos fiscales como los negocios convencionales en la mayoría de los países. La falta de claridad sobre la tributación podría significar que la membresía en tales organizaciones presenta una obligación fiscal directa para los inversores en algunas jurisdicciones. A medida que el marco regulatorio para los DAOs continúa desarrollándose, los inversores deben mantenerse al tanto de cualquier obligación fiscal y sus implicaciones consecuentes.
A la luz de todos estos problemas potenciales, los inversores deben considerar cuidadosamente los posibles desafíos y riesgos de sus iniciativas y tomar decisiones informadas. En última instancia, las perspectivas de un DAO dependen de la determinación de sus miembros para avanzar o de la conciencia de su comportamiento si avanzar se vuelve inviable.
Descargo de responsabilidad: Este artículo se proporciona solo con fines informativos. No se ofrece ni se pretende utilizar como asesoramiento legal, fiscal, de inversión, financiero u otro.