El comercio de futuros es un tipo de actividad financiera en la que dos partes (comprador y vendedor) acuerdan comprar o vender un activo específico (como materias primas, divisas o índices) a un precio predeterminado para su entrega o ejecución en una fecha específica en el futuro. .

Las características más importantes de los contratos de futuros:

1. Fecha futura: Se determina una fecha predeterminada para la ejecución del contrato.

2. Precio fijo: Se acuerda un precio fijo de antemano independientemente de los cambios del mercado.

3. Margen: El comerciante necesita depositar un margen inicial (garantía financiera) para garantizar el compromiso de ejecución del contrato.

4. Regulación: los futuros generalmente se negocian en bolsas, lo que los hace más regulados y seguros en comparación con los mercados no regulados.

Razones para negociar futuros:

1. Cobertura: Protección contra futuras fluctuaciones de precios. Por ejemplo, un agricultor quiere fijar el precio de venta de su cosecha.

2. Especulación: Aprovechar los cambios de precios para conseguir beneficios.

3. Diversificación de cartera: Se utiliza como herramienta para reducir riesgos mediante la diversificación de inversiones.

Ventajas de los contratos de futuros:

Gran potencial de ganancias debido a las fluctuaciones de precios.

Posibilidad de utilizar apalancamiento, permitiendo controlar grandes cantidades con una inversión relativamente pequeña.

Desventajas:

Alto riesgo debido a la alta volatilidad.

El apalancamiento puede provocar pérdidas importantes.

La necesidad de un conocimiento profundo del mercado para evitar errores.

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