Cuando inviertes, establece objetivos claros y alcanzables. No caigas en la mentalidad de “espero hacerme rico” mientras temes comprometer capital significativo. Esa mentalidad similar a la de la lotería rara vez conduce al éxito.

Las historias de alguien que convierte monedas en millones están diseñadas para atraer tu atención, al igual que la ilusión de ganar la lotería nacional, donde las probabilidades de un éxito que cambie la vida son microscópicas.

En su lugar, concéntrate en tener una estrategia sólida. Una que incluya un plan para seguir tu posición a medida que avanza el movimiento, tanto para futuros como para al contado. Incluso con stops amplios, este enfoque garantiza que minimices las pérdidas si tu tesis es incorrecta. Recuerda, cuando las cosas no salen como se planeó, no es el mercado el que te falla, sino tu [falta de] preparación o ejecución. Es tu momento. El problema eres tú, y debes optimizar tu juego.