La deuda nacional de EE. UU. ha subido como un cohete, alcanzando los 36 billones de dólares, ¡es un pozo sin fondo! ¿Y la Reserva Federal? Para pagar esta deuda, la impresora de dinero casi se queda sin fuerzas; durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020, la deuda nacional de billones de dólares se emitió en cuestión de meses. Cuanto más dólares se emiten, mayor es el riesgo de devaluación, es como un globo que se infla cada vez más y que podría estallar en cualquier momento.

En este momento, el gobierno de EE. UU. ha puesto su mirada en Bitcoin, que solo tiene un total de 21 millones de monedas; ahora, cada una vale 100,000 dólares. Algunos empiezan a soñar despiertos: o se eleva el precio de Bitcoin hasta las nubes, alcanzando un millón por moneda, o se crean mágicamente 100 millones más. ¡Esto es realmente como atrapar un lobo con las manos vacías, ni siquiera se necesita un papel, la idea es bastante atractiva!

Pero, ¿qué es Bitcoin? Su precio es como una montaña rusa loca, un aumento o una caída del 20% en un día no es raro. Pensar en usarlo para llenar el enorme agujero de 36 billones de la deuda nacional no es más que una broma; es como andar en patineta sobre un acantilado, un descuido y podrías caer hecho trizas. Y además, la cantidad de electricidad consumida en la minería es aterradora; la Universidad de Cambridge dice que su consumo anual de electricidad es mayor que el de toda Suecia. Si realmente se usara Bitcoin a gran escala para sostener la deuda nacional, la red eléctrica global colapsaría directamente.

A nivel internacional, los países acumulan más de 7 billones de dólares en deuda estadounidense, ya han sido sacudidos por la fluctuación del tipo de cambio del dólar. Si EE. UU. realmente se atreve a pagar su deuda con Bitcoin, otros países seguramente acelerarán la venta de bonos del Tesoro, lo que podría socavar los cimientos de la hegemonía del dólar.

La raíz del problema de la deuda nacional de EE. UU. es la falta de control en el gasto, solo saben vivir del dinero prestado. Para resolver realmente el problema, deben recortar gastos de manera honesta y hacer crecer la economía real, en lugar de seguir buscando atajos. De lo contrario, al final, seguro que terminarán perdiendo más de lo que ganan, arruinando por completo la credibilidad del dólar, ¡y no habrá lugar para llorar en ese momento!