Los novatos deben entender algo. Las estrategias se dividen en dos categorías: arriesgar mucho para ganar poco y arriesgar poco para ganar mucho. La primera tiene una alta tasa de éxito, parece que siempre se está ganando, pero esto es a costa de mantener posiciones y hacer cortos de volatilidad, y la consecuencia es que se pierde todo. La segunda tiene una baja tasa de éxito, generalmente no supera el 50%, pero una buena operación puede recuperar las pérdidas, y si la suerte acompaña, ganar dos seguidas puede significar más de diez veces el beneficio. Mantener posiciones significa dar la cara al mercado, la iniciativa está en el mercado, ya sea en el tejado o en el club, todo depende de si el mercado decide caer o no. Cualquier estrategia que implique mantener posiciones y hable de cuántas veces ha ganado, no la respeto. Porque el principio matemático determina que al final se pierde todo. Quien dice que no se puede comprar y ganar, mire el gráfico de abajo y las señales al lado, y luego mire el período de tiempo, ¿acaso no sube cuando aparece una señal? El origen humilde de los comerciantes es solo uno, pero es evidente que la situación de aquellos que juegan con programas es mejor que la de la mayoría de los apostadores. Sin embargo, a muchas personas les gusta escuchar historias y recibir un masaje psicológico, así que, ¿qué importa si pierden todo? Mientras sigan encontrando excusas, como que el mercado está muy mal, que hay rumores falsos, podrán racionalizar su comportamiento y luego olvidar selectivamente los recuerdos dolorosos. Los analistas que cuentan historias siempre existirán, porque la gente es un animal que naturalmente disfruta escuchar historias.