¿Recuerdas la reciente corrección en el mercado? Bueno, uno de los impulsos para la caída de las criptomonedas fue la generación de suspenso alrededor de las capacidades del nuevo chip Willow de Google. ¿Cómo se relaciona esto con las criptomonedas? Directamente. Un procesador cuántico moderno puede realizar cálculos en 5 minutos que tomarían a las supercomputadoras más poderosas 10 septillones de años (eso es 1 seguido de 49 ceros).
Este avance planteó una importante cuestión: ¿puede la computación cuántica poner a Bitcoin y otras criptomonedas en riesgo? Willow mostró una disminución de errores a medida que se agregan qubits en una matriz de 7×7, y es capaz de realizar tareas que están fuera del alcance de las supercomputadoras clásicas incluso en todo el tiempo de existencia del universo. El peligro es que todas las criptomonedas se basan en criptografía elíptica (ECC), que protege los datos mediante la complejidad computacional de resolver ciertos problemas matemáticos.
En teoría, con computadoras cuánticas se puede utilizar el algoritmo de Shor para resolver estas tareas significativamente más rápido. Sin embargo, para romper ECC se necesita una computadora cuántica con al menos 1.5 millones de qubits lógicos. El chip Willow tiene solo 105 qubits, y eso está lejos del nivel necesario. Pasarán décadas antes de que aparezca un chip realmente peligroso para el cifrado criptográfico.
Aunque la amenaza cuántica para Bitcoin está lejos, la comunidad criptográfica ya está desarrollando estrategias de defensa. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (NIST) está desarrollando estándares para proteger los activos digitales de ataques cuánticos. Los desarrolladores de Bitcoin están investigando la posibilidad de pasar a algoritmos cuánticamente resistentes. El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, también habló sobre la investigación de protección contra ataques cuánticos a través del estudio de algoritmos criptográficos cuánticamente resistentes.
Algunas monedas, incluyendo 1 millón de BTC, que supuestamente pertenecen a Satoshi Nakamoto, se almacenan en una forma que revela claves públicas. Esta versión temprana de almacenamiento es más vulnerable a ataques cuánticos. Los investigadores proponen congelar las monedas o detener completamente el uso de tales transacciones.