El operador de comercio exitoso es aquel que intercambia autodisciplina por libertad.
A medida que avanzamos en el comercio,
nos daremos cuenta de
qué es lo que realmente queremos. ¿Qué queremos hacer? ¿Cómo lo queremos? ¿Y cómo debemos hacerlo?
También entenderemos qué puede brindarnos el comercio. ¿Qué puede ofrecernos el mercado? ¿Cómo podemos obtenerlo? ¿Qué debemos hacer?
El comercio es la profesión más difícil del mundo, y su dificultad radica en que es un oponente invisible e intocable, llamado naturaleza humana, que solo se puede superar confiando en uno mismo.
El comercio es la mejor profesión del mundo, y su grandeza radica en que puede liberarnos de toda atadura: libertad geográfica, libertad de tiempo, libertad financiera. ¡Todo lo que el dinero puede resolver en este mundo puede ser logrado con libertad!
Es evidente que la autodisciplina necesaria para superar la naturaleza humana y, a cambio, lograr la mayor parte de la libertad en la vida es una inversión bastante rentable. ¿Qué razón tenemos para ceder ante las emociones, ceder ante la naturaleza humana? ¿Qué razón tenemos para no superar nuestro propio ser?
En la vida real, soportamos desprecios, somos intimidados, enfrentamos el viento y el sol, la lluvia y el sol, marcamos tarjeta para trabajar, nos apretujamos en el transporte público, luchamos por un lugar en el metro, llegamos tarde y nos vamos temprano, lidiamos con clientes difíciles, tareas complicadas, trabajamos horas extras, los salarios se retrasan... etc. ¿Es realmente más difícil la autodisciplina en el comercio que todas estas pequeñas y grandes cosas en la vida laboral? Si no puedes soportar que otros te controlen, entonces aprende a controlarte a ti mismo.
Si no puedes ni controlar tu propia vida, eso solo demuestra que eres un barro que no se puede levantar, y mereces ser pisoteado por otros. ¡No hables de ideales!
La industria del comercio es así, y también lo es en todos los sectores. No lo dudes.