Ethereum se vende a sí mismo como la "plataforma descentralizada" definitiva, pero aquí hay una pregunta simple: ¿realmente crees que está controlado por el público?
La verdad es amarga: las ballenas dominan Ethereum.
Sólo el 0,1% de las direcciones controlan más del 60% del ETH en circulación.
¿Gobernanza "descentralizada"? Quien tenga más ETH decide. Es un juego para pocas personas.
Y la cosa no termina ahí:
Vitalik Buterin es la cara, pero no el cerebro detrás de todo. Quienes realmente influyen en el futuro de Ethereum son los grandes inversores y corporaciones que tienen intereses alineados con ganancias masivas.
Las actualizaciones de la red, como Ethereum 2.0, parecen estar diseñadas para favorecer a los actores más importantes, no a los pequeños inversores.
He aquí el punto más controvertido: si las ballenas quieren, pueden manipular los precios, congestionar la red e incluso desestabilizar todo el ecosistema. Todo ello bajo el pretexto de "descentralización".
Ethereum puede ser innovador, pero no es el paraíso que pintan. La descentralización es una ilusión para el público común, mientras que el verdadero poder está en manos de unos pocos.
Pregunta que queda:
¿Tiene usted el control de su futuro financiero o simplemente está jugando a un juego en el que las reglas se establecieron para que usted pierda?
El sistema necesita cambiar, pero ¿qué estás haciendo al respecto?
Comente a continuación y comparta sus puntos de vista: el debate es necesario.