"El ratón mordió la polla del rey Luli Do Bostil"
La verdadera creatividad es un acto de valentía, de exponerse al riesgo del fracaso y aun así persistir en crear algo original. Limitarse a replicar o compartir el trabajo de otras personas suele ser un reflejo de la zona de confort donde la mediocridad se siente como en casa. Es más fácil hacer eco de voces que generar tu propio sonido.
Pero la originalidad, aunque sea imperfecta, es lo que impulsa el pensamiento, el debate y la evolución. Mediocres son aquellos que eligen la seguridad de la sombra, mientras que la verdadera grandeza está en salir a la luz y correr el riesgo de brillar, aunque sea por un breve momento.