Corea del Sur ha decidido retrasar dos años la introducción de su impuesto a las ganancias de capital de las criptomonedas, lo que le da al sector más tiempo para prepararse. El impuesto, que originalmente estaba previsto que entrara en vigor en enero de 2025, ahora se implementará en 2027. La decisión se anunció después de que los legisladores llegaran a un acuerdo en medio de los desafíos políticos en curso y las preocupaciones sobre su impacto en el mercado.
Park Chan-dae, el líder parlamentario del Partido Democrático de Corea, confirmó el acuerdo, declarando: “Hemos decidido una moratoria de dos años para el impuesto a las criptomonedas propuesto por el gobierno”. El aplazamiento se realizó a pesar de los desacuerdos previos entre los partidos políticos, y algunos favorecían soluciones alternativas como aumentar los umbrales de deducción de impuestos en lugar de retrasar el impuesto.
Anteriormente, el Partido del Poder Popular había propuesto retrasar el impuesto hasta 2028, mientras que el Partido Demócrata sugirió aumentar el límite libre de impuestos de 2,5 millones de wones a 50 millones de wones. Sin embargo, ambos partidos finalmente acordaron retrasar la fecha de implementación hasta 2027. Esta medida permite a los legisladores evaluar más a fondo los posibles efectos del impuesto y da a los comerciantes de criptomonedas más tiempo para adaptarse.
Una vez que se promulgue la ley, los inversores surcoreanos se enfrentarán a un impuesto del 20% sobre las ganancias derivadas del comercio de criptomonedas. El gobierno inicialmente planeó implementar el impuesto en 2021, pero lo pospuso varias veces, citando preocupaciones sobre su posible impacto negativo en el mercado local de criptomonedas. Los retrasos en curso reflejan el enfoque cauteloso del gobierno hacia la regulación de este sector emergente.
Park enfatizó que si bien acordaron retrasar el impuesto a las criptomonedas, su partido se opone a las reformas a las leyes de impuestos a las herencias y donaciones que favorecerían a los ciudadanos más ricos. Estos cambios propuestos incluyen la reducción de la tasa del impuesto a las herencias del 50% al 40% y el aumento de los umbrales de deducción para los beneficiarios.
El último retraso brinda una oportunidad para que tanto el gobierno como la industria de las criptomonedas evalúen las implicaciones más amplias de gravar las ganancias de los activos digitales. Los operadores ahora tienen hasta 2027 para prepararse para la implementación final, asegurándose de que puedan adaptarse a los cambios sin interrupciones indebidas.