El gigante de la inversión global, el Fondo Soberano de Noruega, está tomando un giro inesperado. En 2025, llevará a cabo una revisión exhaustiva de sus inversiones, centrándose en sectores como el calzado, las criptomonedas y el juego. Esta decisión podría marcar un punto de inflexión en la estrategia de inversión del fondo y generar repercusiones en todo el mercado.

Por cierto, el Fondo Global de Pensiones de Noruega, o Fondo Soberano de Noruega, es el fondo soberano más grande del mundo. Es un fondo de inversión de propiedad estatal gestionado por el banco central de Noruega, Norges Bank.

Por cierto, el fondo soberano más grande del mundo, que posee el 1.5% de las acciones cotizadas de 8,700 empresas en todo el mundo, opera bajo directrices éticas establecidas por el Parlamento noruego.

Curiosamente, el Consejo de Ética del fondo de 1.8 mil millones de dólares investiga a las empresas en las que ha invertido dinero para asegurar que se respeten sus reglas. Si no, el vigilante de ética recomienda que el fondo se desinvierta de ellas o las ponga en una lista pública de vigilancia.

2025: Año de ética para los fabricantes de calzado y criptomonedas en Noruega

De hecho, la decisión de revisar a los fabricantes de calzado, las empresas de criptomonedas y el juego es parte de los esfuerzos del Fondo por asegurar prácticas de inversión responsables.

La revisión evaluará las implicaciones éticas y financieras de mantener inversiones en estos sectores, teniendo en cuenta factores como el impacto ambiental, la responsabilidad social y los estándares de gobernanza.

En este sentido, el documento que detalla el plan para 2025 especifica: “Las empresas tienen responsabilidad directa sobre las condiciones laborales dentro de sus propias operaciones y las violaciones graves y sistemáticas de los derechos de los trabajadores pueden llevar a exclusiones del Fondo. Estos son temas que examinará el Consejo. No es posible que el Consejo prediga el resultado de las investigaciones.”

¿Hay un antes y un después en la inversión?

Además, la decisión del fondo soberano de Noruega de revisar sus inversiones en sectores como el calzado, las criptomonedas y el juego podría desencadenar una reacción en cadena en la industria financiera. Si el fondo decide desinvertir de empresas que no cumplen con sus criterios éticos, otras instituciones podrían seguir su ejemplo, ejerciendo una presión significativa sobre estas industrias para adoptar prácticas más sostenibles y transparentes.

Finalmente, la decisión del fondo soberano de Noruega plantea preguntas sobre el futuro de estas industrias. ¿Qué criterios éticos utilizará el fondo para evaluar estas empresas? ¿Cuáles son las implicaciones de un posible desinversión para estas empresas y para los consumidores? Y, sobre todo, ¿qué mensaje envía esta decisión a otros inversores en todo el mundo?