Aquellos que anhelan ser protegidos de la tormenta,

finalmente aprenden a sostener su propia paraguas.

Aunque la situación sea difícil, la vida debe continuar,

cuando nadie te sostiene, debes mantenerte firme.

Cuando el amor propio se convierte en armadura,

las diversas miserias del mundo,

no te dañarán en absoluto.