Escrito por: IOSG Ventures
Introducción
En el ámbito de la colaboración humana, estamos siendo testigos de una transformación extraordinaria. Mientras los ojos del mundo aún se centran en los centros tecnológicos tradicionales, un nuevo modelo está emergiendo, que podría cambiar fundamentalmente la forma en que construimos nuestro futuro juntos. Este modelo son las 'ciudades efímeras': comunidades breves pero con propósito. Estas ciudades demuestran que la innovación no está limitada por la geografía, sino que es catalizada por la reunión de las personas adecuadas en el momento adecuado en el entorno correcto.
1. Más allá de los modelos tradicionales: La próxima evolución
Entender cómo las ciudades efímeras superan los modelos de innovación existentes es el primer paso hacia este concepto. Como dijo Vitalik en (Por qué creé Zuzalu):
"Ya tenemos casas de hackers, que pueden existir durante meses o incluso años, pero generalmente solo pueden albergar de diez a veinte personas. También hemos tenido algunas conferencias grandes, donde los eventos pueden acomodar a miles de personas, pero cada conferencia dura solo una semana. Esto es suficiente para que la gente se encuentre accidentalmente, pero no lo suficiente para construir conexiones profundas."
Las ciudades efímeras representan un salto hacia adelante: 'dar un paso en dos direcciones al mismo tiempo', creando espacios que pueden albergar a cientos de personas durante meses. No es solo una versión ampliada de una casa de hackers o un evento de conferencia extendido. Vitalik lo describió como un 'punto dulce': lo suficientemente ambicioso y único como para ofrecer nuevas perspectivas, pero lo suficientemente ligero para facilitar la gestión logística.
En los últimos años, he estado profundamente involucrado en el ecosistema de criptomonedas, experimentando de primera mano los desafíos y oportunidades únicas de esta cultura remota en la industria. Como capitalista de riesgo, he sido testigo de innumerables equipos que construyen tecnologías revolucionarias de manera descentralizada en diferentes zonas horarias y continentes. Este enfoque distribuido ha traído una libertad sin precedentes, pero también ha venido con un costo implícito: me he dado cuenta gradualmente de que es la falta de conexiones humanas auténticas lo que trae la 'magia'.
Recuerdo claramente mi primera experiencia en una conferencia de criptomonedas. Después de meses de reuniones por Zoom y chats en Telegram, ver de repente los rostros reales detrás de esos nombres de usuario familiares fue increíblemente emocionante. No eran solo participantes de la conferencia; eran los desarrolladores cuyos códigos revisé, los fundadores de proyectos en los que invertí, los líderes de pensamiento cuyas líneas de pensamiento seguí. En las conversaciones en esos pasillos y en las discusiones improvisadas en la pizarra, las ideas que habían estado gestándose en el espacio digital aislado cobraron nueva vida gracias a la colaboración cara a cara.
2. Primer experimento: De la nación de internet a Zuzalu
2.1 La visión de la nación de internet
La base teórica de estas comunidades proviene de la revolucionaria idea de 'nación de internet' de Balaji Srinivasan: una visión de comunidades digitales unidas por valores compartidos que pueden transformarse en espacio real. Esto sugiere un futuro profundo: la forma en que la humanidad se organiza puede no estar sujeta a fronteras geográficas arbitrarias, sino que será moldeada por objetivos y visiones compartidas.
Fuente: La visión de la nación de internet de Balaji Srinivasan
¿Qué hace que la comunidad de criptomonedas sea un pionero ideal para este nuevo modelo? A diferencia de la industria tecnológica tradicional, que tiende a centrarse en un único núcleo, el espacio de criptomonedas siempre ha encarnado un espíritu diferente. Los equipos de desarrollo de Ethereum están esparcidos por todo el mundo, desde Suiza hasta Singapur, desde Berlín hasta Rumania. Esta resistencia natural a la centralización, combinada con una rica experiencia en coordinación global a lo largo de los años, proporciona una base perfecta para esta nueva cosa.
2.2 Zuzalu: De la teoría a la realidad
A principios de 2023, esta visión se convirtió en realidad en Montenegro con un nombre caprichoso y sin un significado concreto: 'Zuzalu'. En dos meses, Lustica Bay se convirtió en el hogar de 200 residentes: un grupo cuidadosamente seleccionado de desarrolladores de Ethereum, investigadores de longevidad y expertos en gobernanza. No fue solo una reunión, sino un laboratorio vivo donde nuevas ideas pueden ser probadas, mejoradas e implementadas en tiempo real.
Fuente: Peter Young - Lustica Bay, Montenegro
Su impacto es directo y significativo. Por ejemplo, Zupass: un prototipo del sistema de identidad inicialmente desarrollado por el equipo de 0xPARC. A través de interacciones continuas con los usuarios y un rápido proceso de iteración, una herramienta que podría haber tomado meses de desarrollo en un entorno tradicional se transformó en una herramienta práctica en solo unas semanas, y ahora se utiliza ampliamente en múltiples comunidades efímeras.
3. Visión de descenso: De Zuzalu a Chiang Mai
3.1 Fronteras abiertas
Luego, este movimiento evolucionó de manera descentralizada, característica del ámbito de las criptomonedas. En diciembre de 2023, Vitalik propuso 'reabrir la frontera' y apoyó esta visión a través de dos rondas de financiamiento de Gitcoin por un total de 500 ETH. Su objetivo central es muy claro: eliminar cualquier autoridad central y empoderar a cualquiera que comparta esta misión para crear su propio 'pueblo Zu'.
Este nuevo enfoque claramente abandona:
Un evento central a largo plazo
El concepto claro de 'ciudadano de Zuzalu' o 'residente de Zuzalu'
'Zuzalu' como nombre vinculado a un evento físico específico
En cambio, alienta activamente a los miembros existentes de la comunidad y a los recién llegados a organizar sus propias ciudades efímeras, incluso si son en el mismo momento y cercanas entre sí.
3.2 Chiang Mai: La realización de la visión
En octubre de 2024, Chiang Mai, Tailandia, fue testigo del surgimiento simultáneo de múltiples ciudades efímeras, creando un ecosistema comunitario interconectado sin precedentes. Es notable que muchos de estos proyectos se remontan al experimento inicial de Zuzalu: Edge City Lanna, ShanhaiWoo, The Mu, MEGAZu, HER DAO, Invisible Garden, Lovepunks, Funding the Commons, y otras comunidades emergentes. Cada comunidad aporta una perspectiva única, mientras preserva la atmósfera de colaboración distintiva del espíritu de Zuzalu.
Como capitalista de riesgo en IOSG Ventures, tenemos el honor de patrocinar The Mu, y también tengo la oportunidad de ser testigo en persona de este ecosistema vibrante. La plataforma Social Layer se ha convertido en nuestro 'centro digital' compartido, mostrando el increíble rango de actividades en todas las comunidades. Cada día, desde días de demostración de tecnología (donde los creadores muestran sus últimos proyectos), hasta cursos de escalada, entrenamientos de Muay Thai, talleres de meditación, viajes de ocio para explorar sitios culturales en Tailandia, cenas comunitarias y encuentros sociales, hay una variedad de actividades.
Lo que hace que este experimento sea realmente especial es que cada comunidad alienta activamente la colaboración interdisciplinaria. Todos son bienvenidos a participar en actividades de diferentes comunidades; esto no solo está permitido, sino que se celebra con entusiasmo. La reunión comunitaria semanal de Zuzalu se ha convertido en un evento central, donde los representantes de cada ciudad efímera comparten actualizaciones, y los miembros de la comunidad pueden conectarse a través de proyectos e intereses. Estos momentos de convergencia demuestran cómo, cuando se eliminan las limitaciones tradicionales de tiempo y espacio, las ideas fluyen libremente, las relaciones se profundizan y la innovación se acelera de maneras que no podrían lograrse de manera tradicional.
4. Un nuevo modelo de Silicon Valley
Lo especial de las ciudades efímeras es que redefinen la esencia de los centros de innovación. Los centros tecnológicos tradicionales, como Silicon Valley, han tenido éxito al concentrar talento en un lugar, pero ahora sus limitaciones se hacen cada vez más evidentes: el costo de vida excesivo excluye perspectivas diversas, las restricciones de visa cierran la puerta a talentos globales, y, aún más destructivo, la cultura cada vez más homogénea puede sofocar la verdadera innovación.
Las ciudades efímeras ofrecen opciones completamente diferentes. Recrean la densidad de talento e interacción en la que Silicon Valley se ha apoyado, pero orientadas a la era digital global.
En las ciudades efímeras, los desarrolladores pueden experimentar con modelos de colaboración a través de proyectos a corto plazo antes de formalizar asociaciones, los equipos pueden probar compatibilidad, y las ideas pueden recibir validación en tiempo real de una comunidad global diversa.
Cuando asistí simultáneamente a Devcon y The Mu, esta comparación fue particularmente notable. Aunque Devcon estaba lleno de energía y posibilidades, su breve período de tiempo significaba que muchas conexiones potenciales pueden nunca haber evolucionado realmente. Podrías tener una conversación fascinante en una cafetería sobre pruebas de conocimiento cero, intercambiar información de contacto y prometer seguir en contacto, pero una vez que todos regresan a sus respectivas zonas horarias, ese impulso tiende a desvanecerse.
Las ciudades efímeras abordan este problema al proporcionar 'infraestructura relacional': la duración y el contexto compartido necesarios para la verdadera colaboración. Encuentran un punto intermedio entre interacciones breves en conferencias y compromisos a largo plazo en centros tecnológicos tradicionales. Esa es la pieza que falta en nuestro modelo de trabajo remoto en la industria: hacer posible la colaboración espontánea y no estructurada, lo que lleva a innovaciones disruptivas.
Como miembro de IOSG Ventures, apoyamos esta visión porque vemos el potencial transformador fundamental de la innovación en las ciudades efímeras. El éxito de las múltiples comunidades coexistentes en Chiang Mai demuestra que este modelo es transformador: combina lo mejor de la densidad de innovación de Silicon Valley con la naturaleza dinámica y global del ecosistema de criptomonedas.
5. El futuro del compromiso
En una discusión en Chiang Mai titulada 'El compromiso de las ciudades efímeras', Vitalik esbozó una visión cautivadora del futuro: comunidades especializadas surgirán para abordar desafíos específicos, desde centros de biotecnología hasta experimentos de infraestructura autosuficiente. Esta especialización, junto con la flexibilidad global de las ciudades efímeras, revela su profundo significado.
Al reflexionar sobre las diversas conferencias de criptomonedas, casas de hackers y ahora las ciudades efímeras en las que he participado, siento profundamente que este movimiento no es solo una evolución de la forma de trabajar, sino un cambio en cómo construimos comunidades en un mundo cada vez más digital. La característica de trabajo remoto del sector de criptomonedas nos ha dado una libertad sin precedentes, pero también nos ha hecho reconocer el valor insustituible de las conexiones cara a cara. Las ciudades efímeras no solo abordan la productividad o la innovación; satisfacen en un nivel más profundo nuestro sentido de pertenencia y propósito en esta industria distribuida globalmente.
Quizás el futuro no aparecerá en algún 'Silicon Valley', sino en una serie de comunidades orientadas a objetivos que surgen bajo demanda, capaces de emerger en cualquier lugar y en cualquier momento siempre que haya una necesidad de innovación. De hecho, esa iteración ya ha comenzado a tomar forma: por ejemplo, ZuThailand, que se llevará a cabo en Pattaya de noviembre a diciembre de 2024, y nosotros en IOSG Ventures estamos orgullosos de participar en su apoyo. Estas comunidades no serán solo encuentros temporales: como dijo Janine de Edge City, son 'incubadoras sociales', donde podemos probar y desarrollar nuevos modelos de educación, salud y desarrollo humano.
Mirando hacia el futuro, creo que apenas estamos comenzando a rasguñar la superficie de las posibilidades. Cada nueva ciudad efímera nos enseña valiosas lecciones sobre construcción de comunidades, gobernanza y colaboración. A través de estos experimentos, estamos siendo testigos de las primeras etapas de lo que podría ser la transformación más significativa en el ámbito de la colaboración humana desde la revolución industrial. El potencial es evidente: las ciudades efímeras no solo están cambiando el lugar donde ocurre la innovación; están transformando fundamentalmente la forma en que construimos nuestro futuro juntos.