Una nueva demanda acusó a Apple de monitorear otros dispositivos además de los dispositivos personales de sus empleados y sus cuentas de iCloud, además de impedirles hablar sobre sus salarios y condiciones laborales.
La demanda presentada por Amar Bhakta ante un tribunal estatal de California el domingo afirma que la empresa exige a los empleados que instalen software en sus dispositivos personales que utilizan para el trabajo, lo que permite a Apple acceder a su correo electrónico, bibliotecas de fotos, datos de salud, "inteligentes". datos del hogar y otra información personal.
Al mismo tiempo, añade la demanda, Apple impone políticas de confidencialidad que prohíben a los empleados hablar sobre las condiciones laborales, incluso con los medios de comunicación, y también prohíbe denunciar irregularidades, algo que está protegido por la ley.
Bhakta, que trabaja en publicidad digital en Apple, dijo que tiene prohibido hablar sobre su trabajo en podcasts en línea y se le ha ordenado que elimine información sobre sus condiciones laborales de su perfil de LinkedIn.

Por su parte, Apple explicó en un comunicado transmitido por un portavoz de la empresa que las acusaciones del caso son infundadas y que sus empleados son formados anualmente sobre su derecho a discutir sus condiciones laborales.
La compañía agregó: "En Apple, nos enfocamos en brindar los mejores productos y servicios del mundo y trabajamos para proteger los inventos que nuestros equipos crean para los consumidores".
Los abogados de Bhakta también representan a dos mujeres que presentaron una demanda en junio, acusando a Apple de pagar sistemáticamente menos a las empleadas en los departamentos de ingeniería, marketing y Apple Care de la empresa. Apple dice que está comprometida con la inclusión y la igualdad salarial.
Apple está perdiendo la batalla en Europa
En septiembre, Apple sufrió una gran derrota después de que el tribunal más alto de la Unión Europea dictaminara que debía recuperar unos 13.000 millones de euros (14.400 millones de dólares) en impuestos atrasados en Irlanda del gigante tecnológico estadounidense.
El fallo se refiere a un caso que se remonta a 2016, cuando la jefa antimonopolio de la Unión Europea, Margrethe Vestager, dijo que Irlanda había concedido a la empresa estadounidense beneficios fiscales "ilegales", equivalentes a un tipo impositivo inferior al 1%.
Más tarde ese mes, Apple recibió una advertencia de la Unión Europea exigiéndole que abriera sus fuertemente protegidos sistemas operativos iPhone y iPad a tecnologías competidoras, o correría el riesgo de enfrentar fuertes multas bajo las principales normas antimonopolio digitales del bloque.