Cuando titubeas, el momento ya ha pasado. Muchas veces, no tenemos la oportunidad y el tiempo para tomar decisiones, simplemente actuamos por instinto y tomamos una decisión. Si todo se pondera repetidamente, dudando, cuando finalmente estamos listos para actuar, el tiempo ya ha pasado y la oportunidad se ha ido. Por lo tanto, aprovechar las oportunidades presentes es lo más importante.