El presidente electo Donald Trump ha trazado una línea clara, advirtiendo al bloque BRICS que no siga adelante con sus planes de pasar por alto al dólar estadounidense en el comercio mundial.
En una publicación mordaz en su plataforma Truth Social el 30 de noviembre, Trump afirmó que cualquier intento de los países BRICS de crear una moneda alternativa o defender un sistema monetario. Las monedas rivales enfrentarían graves consecuencias, incluidos aranceles del 100% sobre sus productos y acceso limitado a el mercado estadounidense.
"La idea de que los países BRICS están tratando de distanciarse del dólar mientras nosotros nos mantenemos al margen se acabó".
Trump escribió, enfatizando su compromiso de preservar el dominio global del dólar.
La declaración refuerza el tradicional enfoque de “Estados Unidos primero” de Trump, que ha dado forma a su visión de política económica y exterior. Se dice que su equipo ha comenzado a formular sanciones para contrarrestar las estrategias de desdolarización.
El bloque BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha estado explorando activamente alternativas al dólar desde 2023. Durante la cumbre histórica de ese año, los estados miembros discutieron mecanismos como la liquidación comercial en monedas locales, la adopción del Yuan chino e incluso desarrollando monedas estables basadas en blockchain.
Su argumento es claro: reducir la dependencia del dólar estadounidense y proteger su economía de las sanciones occidentales. Las ambiciones del bloque cobraron mayor impulso este año al ampliar su membresía por primera vez en más de una década, agregando importantes economías como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, junto con Irán, Etiopía y Egipto. Con 34 países más expresando interés en unirse, los BRICS se están posicionando como un contrapeso formidable a la influencia económica occidental.
Los analistas de mercado dicen que las monedas basadas en blockchain podrían ayudar al bloque a evitar sanciones y ofrecer un nuevo marco para el comercio internacional. Sin embargo, tales medidas cuestionan directamente el estatus de reserva del dólar, la base de la fortaleza económica de Estados Unidos.
La dura postura de Trump, aunque esperada, indica una posible escalada de las tensiones económicas globales. Los aranceles que propuso podrían perturbar el comercio con los países BRICS, que representan más del 40% de la población mundial y una proporción cada vez mayor del PIB mundial. Por otro lado, la creciente influencia de los BRICS y las redes bancarias alternativas podría alentar a los estados miembros a avanzar a pesar de los riesgos.
Los observadores advierten que este choque podría remodelar el panorama financiero internacional. Si los BRICS logran crear un sistema comercial no centrado en el dólar, el efecto indirecto podría debilitar la influencia de Estados Unidos en la gobernanza económica global. Por el contrario, las políticas agresivas de Trump podrían disuadir a los países más pequeños de participar en los esfuerzos de desdolarización del bloque.
Mientras Trump se prepara para asumir el cargo en enero, el conflicto latente entre Estados Unidos y los BRICS podría surgir como el tema definitorio de su presidencia y un momento crucial en el desarrollo del comercio global.