El Partido Democrático de Corea del Sur (KDP) ha acordado posponer la introducción de un impuesto sobre las ganancias de criptomonedas por otros dos años. Originalmente programado para enero de 2025, el controvertido impuesto ahora entrará en vigor en 2027, tras un compromiso con el partido gobernante Poder del Pueblo (PPP).

Park Chan-dae, el líder de la bancada del KDP, confirmó la decisión durante una conferencia de prensa el 1 de diciembre. Este retraso marca la tercera vez que Corea del Sur ha pospuesto la implementación de su impuesto sobre las ganancias de capital de activos digitales, reflejando los debates en curso sobre su momento e impacto.

Debate acalorado sobre el momento y el impacto

El impuesto sobre las ganancias de criptomonedas, propuesto por primera vez en 2021, ha enfrentado múltiples retrasos debido a las crecientes preocupaciones de los inversores y las partes interesadas de la industria. Inicialmente programado para 2023, el impuesto se pospuso a 2025, y ahora a 2027. El PPP, el partido gobernante de Corea del Sur, incluso había sugerido extender el período de gracia hasta 2028, argumentando que una imposición prematura podría sacar a los inversores del mercado.

En el período previo a esta decisión, el KDP se opuso firmemente a cualquier retraso adicional. Tan recientemente como el 20 de noviembre, el partido criticó la propuesta del PPP como una maniobra política, acusándolos de complacer a los votantes antes de futuras elecciones. En lugar de diferir el impuesto, el KDP sugirió aumentar el umbral de ganancias imponibles de $1,800 a $36,000, con el objetivo de proteger a los inversores más pequeños mientras se dirige a los jugadores más grandes.

Sin embargo, bajo una creciente presión política y en el espíritu de compromiso, el KDP ahora se ha alineado con la recomendación del gobierno para un retraso de dos años.

Lo que esto significa para los inversores

Una vez implementado, el impuesto sobre las ganancias de criptomonedas de Corea del Sur impondrá un gravamen del 20% sobre las ganancias de activos digitales que excedan el umbral imponible. La intención inicial del impuesto era crear un ecosistema financiero más justo mientras se generaban ingresos de una industria en rápido crecimiento. Sin embargo, sus repetidos aplazamientos destacan los desafíos que enfrentan los gobiernos para regular los mercados emergentes.

La decisión de retrasar la imposición ha sido bien recibida por muchos en la comunidad de criptomonedas, ya que permite más tiempo para que la industria madure. Sin embargo, los críticos advierten que tales aplazamientos podrían crear incertidumbre y obstaculizar la planificación de políticas a largo plazo.

A medida que Corea del Sur lidia con el equilibrio entre la protección del inversor y el crecimiento del mercado, la extensión del plazo puede ofrecer una oportunidad para regulaciones más claras. Por ahora, los inversores en criptomonedas en el país pueden respirar aliviados, al menos hasta 2027.

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