En el lujoso vestíbulo del hotel Peninsula de Hong Kong, bajo los focos, todos esperaban con gran expectación un momento extraño: Justin Sun, el magnate de la industria de las criptomonedas, se disponía a comerse un plátano "por valor" de 6,2 millones de dólares.

Este plátano no es una fruta mágica, sino una de las obras más absurdas de la historia del arte contemporáneo: la de Maurizio Cattelan (Comediante).

La leyenda de un plátano

En 2019, cuando esta obra debutó por primera vez en Art Basel Miami Beach, causó un gran revuelo. Cattelan fijó un plátano corriente a la pared con cinta plateada y le puso un precio de entre 120.000 y 150.000 dólares. Algunos lo llamaron una burla a la burbuja del mercado del arte, otros pensaron que era sólo una gran broma.

Más tarde, un artista que pasaba simplemente cogió el plátano de la pared y se lo comió. Más tarde, cuando el plátano se rompió, fue reemplazado y finalmente retirado de la exposición por completo. Pero esta "obra de arte" se ha vuelto aún más legendaria: el plátano desapareció, pero el concepto existe y el precio se ha disparado. La semana pasada, Justin Sun subastó la última versión de esta obra por un elevado precio de 6,2 millones de dólares.

Sin embargo, lo que compró esta vez no fue el plátano, sino un certificado, una autorización que le permitía grabar "legalmente" el plátano.

Justin Sun comiendo plátano

Justin Sun siempre ha sido una presencia inesperada. Una vez pagó 4,56 millones de dólares por la oportunidad de almorzar con Buffett y anunció de manera destacada que "quería comprar todo lo que pudiera". Esta vez, gastó 6,2 millones de dólares para comprar una obra de arte que mucha gente "no puede entender". Pero su comportamiento de "comer plátanos" atrajo más atención que sus obras fotografiadas.

En la conferencia de prensa de ese día, Sun Yuchen arrancó suavemente la cinta bajo innumerables linternas, sostuvo un plátano en la mano, lo peló con cuidado y le dio un gran mordisco.

"Sabe mejor que un plátano normal, ¡es realmente bueno!", dijo. Este comentario no tiene nada de especial, pero hace que la gente sienta que la historia es extremadamente absurda.

Los medios descubrieron más tarde que el plátano fue comprado casualmente en el mercado de Hong Kong esa mañana y no era un "producto auténtico" de la subasta. Algunas personas sintieron que se estaban burlando de ellas, mientras que otras sintieron que sus acciones interpretaban perfectamente el alma de esta obra de arte: la sátira, el absurdo, la cultura de los memes e incluso una burla de la sociedad de consumo moderna.

Arte, criptomonedas y exageración

Está claro que Justin Sun no está aquí sólo para comer plátanos. En el lugar, no olvidó relacionar este asunto con la cultura de las criptomonedas, afirmando que esta obra simboliza "la conexión entre el arte, la cultura de los memes y la tecnología blockchain".

Incluso aprovechó la oportunidad para anunciar una inversión de 30 millones de dólares en World Liberty Financial, una empresa fundada por Donald Trump, solidificando aún más su posición en el campo de las criptomonedas.

Pensamientos detrás del absurdo

La actuación de Sun Yuchen de "comer plátano" hizo que la gente se riera impotente, pero no pudieron evitar pensar demasiado. ¿Es este un espectáculo inútil? ¿O es un marketing preciso?

Algunas personas lo critican por usar dinero para promocionar conceptos artísticos absurdos, mientras que otros piensan que ese es exactamente el significado del arte: hacer que la gente rompa con su forma de pensar habitual y vea la verdad detrás de lo absurdo. Después de todo, no importa lo que pienses de este plátano, hace que todos vuelvan a discutir los límites del arte, el dinero y la cultura.

Quizás este sea el valor real de Sun Yuchen y ese plátano.