Según el informe de Hansen, destaca el esfuerzo de 20 años de la UE para fomentar la innovación y la competencia a través de marcos legales claros, beneficiando a los sectores de fintech y criptomonedas. Hansen atribuye el entorno bancario amigable con las criptomonedas en Europa a las iniciativas regulatorias de larga data de la UE. Estas incluyen la Directiva de Dinero Electrónico (EMD), introducida en 2000, y la Directiva de Servicios de Pago (PSD) de 2007.
Ambos marcos, explica en el informe, fueron diseñados para garantizar una competencia justa y evitar sofocar la innovación tecnológica. Por ejemplo, la PSD2 obliga a los bancos a proporcionar acceso no discriminatorio a cuentas de pago para los proveedores de servicios de pago no bancarios (PSP), fomentando la innovación en todo el sector financiero.
El recientemente promulgado Reglamento de Pagos Instantáneos (IPR) y la propuesta de la Directiva de Servicios de Pago 3 (PSD3) amplían aún más el acceso para los PSP no bancarios a los sistemas de pago del banco central, incluidas las iniciativas para salvaguardar los fondos de los consumidores. Hansen declara:
A partir del próximo año, predigo que veremos varios PSP no bancarios, incluidos los emisores de stablecoins, liquidando pagos SEPA directamente a través de su respectivo banco central.
En contraste, las empresas de cripto en EE. UU. enfrentan incertidumbre regulatoria y acceso bancario limitado, un escenario que Hansen describe como parte de la "Operación Chokepoint 2.0." A diferencia de la UE, EE. UU. carece de un marco federal unificado para los pagos y servicios de cripto, dejando la regulación fragmentada entre los estados. Esto ha llevado a una disparidad, ya que "Europa cuenta con el mayor número de bancos amigables con las criptomonedas en el mundo—55 en comparación con 23 en América del Norte, según Coincub," añade el análisis de Hansen.
La perspectiva de Hansen destaca cómo el enfoque regulatorio coordinado de la UE ha fortalecido los sectores de fintech y cripto de la región, proporcionando una infraestructura bancaria esencial y claridad legal. Si bien Hansen reconoce los riesgos de la sobrerregulación, enfatiza el éxito de la UE en la elaboración de políticas que fomentan la competencia y la innovación en los servicios financieros. Esta previsión regulatoria, concluye Hansen, convierte a Europa en un líder global en la creación de un entorno favorable para las empresas de cripto y fintech.