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Compilado por: Shenchao TechFlow

"Cuando el mundo que intentamos explicar y mejorar no puede describirse claramente mediante un modelo simple, necesitamos mejorar continuamente nuestras teorías y métodos para comprender mejor la complejidad en lugar de simplemente negarla rotundamente - Elinor Ostrom".

En los próximos años, la economía de red basada en blockchain desarrollará un modelo operativo complejo y diverso que será completamente diferente de los modelos de negocios tradicionales que conocemos hoy.

Cuando estudio redes, sistemas o protocolos, a menudo pienso en la Escala Kardashev, una medida de la capacidad de una civilización para aprovechar y aprovechar la energía. De manera similar, podemos evaluar la eficiencia operativa de una red por su capacidad para capturar y distribuir valor económico.

La captura de valor se refiere a la capacidad de la red para generar ingresos a través de actividades operativas y convertir la participación de los usuarios en beneficios económicos.

Value Distribution describe cómo la red distribuye efectivamente estos beneficios a las partes interesadas, incluidos inversores, desarrolladores, contribuyentes laborales, usuarios finales e incluso el protocolo mismo.

Al evaluar diferentes redes blockchain, nos centramos en los siguientes atributos clave:

  • Adaptabilidad: ¿Puede la red adaptarse con flexibilidad a los cambios en las necesidades del proyecto y las condiciones del mercado?

  • Transparencia: ¿Son claros y predecibles los cambios en los beneficios y los mecanismos de distribución?

  • Alineación de valor: ¿La distribución de ingresos coincide con la creación de valor real?

  • Inclusividad: ¿La distribución de beneficios llega equitativamente a todas las partes interesadas?

Basándome en la idea de la jerarquía de Kardashev, intenté utilizar los criterios anteriores para clasificar los tres tipos de economías de red que surgieron durante la evolución de la tecnología blockchain.

Tipo I: Redes Mecánicas Fijas

Las redes y tokens blockchain de primera generación a menudo se basaban en “principios de eskeuomorfismo”, conceptos de diseño que imitan los modelos económicos tradicionales. Por ejemplo, los planes preestablecidos de emisión de tokens simulan el proceso de extracción de minerales raros o la economía de materias primas escasas, mientras que los mecanismos de participación y votación se basan en sistemas tradicionales de votación pública o modelos de gobierno corporativo.

Bitcoin es un representante típico de este tipo, y sus reglas operativas son extremadamente deterministas: un límite de suministro de 21 millones, recompensas mineras fijas y ciclos de reducción a la mitad, y el consenso de Nakamoto basado en la Prueba de Trabajo. Este sistema funciona bien como reserva de valor.

Sin embargo, estos sistemas también enfrentan limitaciones significativas: carecen de la capacidad de adaptarse a los cambios del mercado y son propensos a problemas de “captura económica”, donde el valor de la red es excesivamente apropiado por partes interesadas específicas.

Este problema es particularmente evidente con el mecanismo veLocking de Curve Finance y otros tokens ERC-20 tempranos basados ​​en la narrativa del depósito de valor. El plan de emisión fija de Curve en realidad limita el juicio del mercado sobre el valor real del token y crea oportunidades para que actores externos como Convex "exploten" las reglas del protocolo, destacando cómo los optimizadores externos pueden afectar los mecanismos del sistema.

Tipo II: Redes de parámetros gobernables

La característica distintiva del segundo tipo de red es que los valores de sus parámetros se pueden ajustar de manera flexible. Estos sistemas en cadena pueden responder dinámicamente a través de oráculos (como Chainlink, Optimistic Oracle de UMA) o información algorítmica (como los creadores de mercado automatizados AMM), formando así un sistema adaptativo que puede responder a las condiciones cambiantes del mercado a través de protocolos de gobernanza.

El diseño económico de estas redes a menudo introduce mecanismos de teoría de juegos de múltiples capas destinados a alinear los incentivos de las partes interesadas. La competencia entre monedas estables y protocolos de préstamos nos proporciona ejemplos importantes de productos que ajustan dinámicamente los parámetros para cubrir riesgos y garantizar el funcionamiento estable del protocolo.

Tomemos como ejemplo Aave, uno de los primeros protocolos de préstamos en cadena en el ecosistema Ethereum, que protegió con éxito 21 mil millones de dólares en fondos de los usuarios durante la volatilidad extrema del mercado. Para lograr este objetivo, los mecanismos subyacentes del protocolo requieren un seguimiento y una optimización continuos.

Por el contrario, los sistemas que dependen de componentes fuera de la cadena pero que afirman ser "protocolos" a menudo son susceptibles a problemas de agente principal. Este problema se refiere a la posibilidad de que los agentes prioricen sus propios intereses sobre los intereses generales del grupo. Por ejemplo, Celsius se promovió como un protocolo descentralizado, pero cuando se declaró en quiebra, a sus usuarios se les debían 4.700 millones de dólares como acreedores no garantizados.

Se puede ver que un verdadero sistema en cadena proporciona capacidades de protección más sólidas a través del control algorítmico y la gobernanza distribuida, y es menos susceptible a la concentración de poder o a errores humanos en la toma de decisiones.

Tipo III: Redes Autónomas

El tercer tipo de red representa la dirección teórica de la evolución de la tecnología blockchain hacia sistemas totalmente autónomos. Estos sistemas funcionarán con una mínima intervención humana, serán altamente adaptables en respuesta a los cambios ambientales y demostrarán capacidades extremadamente altas en la eficiencia de la transferencia de información entre sistemas.

Aunque todavía no existen ejemplos reales, es previsible que este tipo de sistemas puedan tener las siguientes características:

  • Optimización autónoma de parámetros: múltiples agentes de IA optimizarán continuamente el protocolo, aprenderán del mercado y ajustarán dinámicamente los parámetros del sistema mediante agregación de datos en tiempo real y algoritmos evolutivos.

  • Orquestación de valor algorítmico: basada en modelos predictivos y optimización de recompensas, la estructura dinámica de tarifas puede ajustarse automáticamente según el uso de la red para lograr la sostenibilidad a largo plazo del protocolo.

Gobernanza en un sistema dinámico

La complejidad de la economía de la red blockchain requiere que el sistema sea lo suficientemente flexible como para responder a posibles amenazas existenciales manteniendo al mismo tiempo un estado equilibrado de operaciones. En este proceso, los mecanismos de gobernanza desempeñan un papel crucial en cada etapa del desarrollo de la red.

Las capacidades inherentes de gobernanza del sistema le proporcionan una ventaja de supervivencia en un entorno de "bosque oscuro". El "bosque oscuro" generalmente se refiere al entorno altamente competitivo y amenazante en el espacio blockchain. La tensión entre la flexibilidad de la gobernanza y la seguridad se refleja más intuitivamente en cómo responde la red a los cambios en el entorno externo.

Las redes de la primera categoría (como Bitcoin) priorizan la seguridad mediante una estricta inmutabilidad, mientras que las redes de la segunda categoría (como Aave) demuestran una mayor adaptabilidad mediante el ajuste de parámetros. Sin embargo, ninguno de los dos puede resolver completamente la contradicción entre flexibilidad y estabilidad: la búsqueda excesiva de flexibilidad puede debilitar la seguridad, mientras que un énfasis excesivo en la estabilidad puede limitar la adaptabilidad del sistema.

Los sistemas policéntricos y los comunes

Mientras exploraba las mejores prácticas para la gobernanza de blockchain, descubrí la innovadora investigación de la ganadora del Premio Nobel Elinor Ostrom sobre la gestión de bienes comunes. Si bien su investigación no es exactamente la misma que la economía simbólica, su investigación empírica proporciona una hoja de ruta clara hacia la realización de sistemas de Tipo III.

El llamado sistema policéntrico es un modelo de gobernanza en el que múltiples centros independientes de toma de decisiones tienen un cierto grado de autonomía, pero al mismo tiempo operan en colaboración como parte de un sistema general.

Las principales características de los sistemas policéntricos incluyen:

  • Existen múltiples centros de autoridad y toma de decisiones que son formalmente independientes entre sí;

  • Puede haber superposición e interacción entre centros en términos de jurisdicción y responsabilidades;

  • Dentro de un marco unificado, los centros tienen una autonomía significativa;

  • La coordinación se logra a través de mecanismos formales o informales.

Los ocho principios de Ostrom

Basado en un estudio de más de 800 casos de todo el mundo, Ostrom resumió ocho principios para la gestión de los bienes comunes. Estos principios son igualmente relevantes en la gobernanza de blockchain y las criptomonedas:

  1. Límites claros: definir claramente el alcance del uso de los recursos y los usuarios;

  2. Normas adaptadas a las circunstancias locales: las normas deben adaptarse a las condiciones locales;

  3. Toma de decisiones participativa: las partes interesadas establecen reglas conjuntamente;

  4. Monitoreo efectivo: garantizar que se sigan las reglas;

  5. Sanciones progresivas: aumento de las penas por infracciones;

  6. Mecanismos accesibles de resolución de conflictos: Proporcionar formas justas y eficientes de resolver disputas;

  7. El derecho a organizarse: permite a los miembros de la comunidad organizarse ellos mismos;

  8. Empresa anidada: una estructura organizacional que contiene múltiples niveles dentro de un marco de gobierno más amplio.

Si creemos que las economías tokenizadas son el futuro, debemos reconocer que la tecnología de gobernanza es clave para el éxito de estos sistemas emergentes.

Conclusión

Si bien actualmente hay una inversión significativa en economía de tokens e infraestructura de criptomonedas, estamos invirtiendo poco en el área central de los sistemas de gobernanza. El verdadero desafío no es crear nuevos tokens, sino construir un marco sólido de supervisión y toma de decisiones colectivas. El enfoque excesivo del capital de riesgo en los tokens refleja una desalineación entre los incentivos a las ganancias a corto plazo y la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas descentralizados. Sin mecanismos de gobernanza complejos y sólidos, incluso los diseños de tokens más sofisticados tendrán dificultades para lograr un valor duradero.

La evolución de la economía en red desde el primer tipo al tercer tipo de sistema no es solo el avance de la tecnología, sino también nuestra exploración continua de cómo construir un ecosistema digital más resiliente, adaptable y justo. El mecanismo fijo de Bitcoin, la gobernanza paramétrica de Aave y el potencial teórico de las redes autónomas proporcionan una experiencia valiosa para este proceso evolutivo.

La investigación de Ostrom sobre sistemas policéntricos y gestión de los bienes comunes proporciona un puente importante entre la sabiduría de la gobernanza tradicional y el futuro de las redes digitales. Sus principios, probados en cientos de casos del mundo real, brindan una guía valiosa para resolver los desafíos centrales de la gobernanza de la red: cómo equilibrar la seguridad con la flexibilidad, garantizar una distribución justa del valor y mantener la integridad del sistema mientras se mantiene una distribución justa del valor y se promueve. su evolución.

A medida que la economía en red se vuelve más compleja, la clave del éxito puede residir en la integración de estos diferentes enfoques:

  • El pensamiento de "seguridad primero" del primer tipo de red: garantizar la seguridad del sistema mediante reglas fijas;

  • La adaptabilidad del segundo tipo de sistema: responder a los cambios ajustando dinámicamente los parámetros;

  • El potencial autónomo de las redes de Categoría 3: mínima intervención humana a través de IA y algoritmos;

  • Sabiduría empírica en gobernanza policéntrica: lograr la coordinación y el desarrollo a través de estructuras de gobernanza policéntricas de múltiples niveles.

El futuro de la economía en red no estará determinado por las capacidades tecnológicas o la cultura popular, sino por nuestra capacidad para implementar estos sistemas de una manera que sirva a todas las partes interesadas y al mismo tiempo mantenga la resiliencia operativa. A medida que las redes continúan evolucionando, la convergencia de la inteligencia artificial, la optimización de parámetros dinámicos y las nuevas estructuras de gobernanza pueden crear formas de organización económica que aún no entendemos completamente.

Sin duda, el camino a seguir requiere que aceptemos la complejidad en lugar de tratar de evitarla. Como sugiere Ostrom, nuestra tarea no es simplificar estos sistemas sino desarrollar mejores marcos para comprenderlos y gestionarlos. La próxima generación de economías en red debe ser tan compleja como los problemas que intentan resolver, y al mismo tiempo ser amigable y justa con todos los participantes.