He estado especulando con divisas durante diez años, experimenté tres años de pérdidas, pero también disfruté de siete años de ganancias, ¡y ahora dependo de ello para mantener a mi familia! En el proceso, resumí seis lecciones importantes, que son simples pero muy prácticas.
Concéntrese en las divisas fuertes: cuando especule con divisas, esté atento a aquellas divisas que se están comportando con fuerza. Si no está seguro, simplemente mire el promedio móvil de 60 días, ingrese o agregue posiciones en línea y retire a tiempo fuera de línea. Este truco funciona la mayor parte del tiempo.
Evite perseguir precios altos: cuando el precio de una moneda sube más del 50% de una vez, no se apresure a ponerse al día, ya que esto puede causarle pánico fácilmente. Comprar a precios bajos es más seguro, con menos riesgo y, a menudo, con mayor potencial de ganancias.
Identificar señales ascendentes: normalmente hay algunos precursores antes de un gran aumento, como que el precio fluctúe entre un 10% y un 20% en un rango pequeño, pero el volumen de operaciones es relativamente pequeño. En este momento, puede comprar gradualmente a niveles bajos y, a menudo, puede captar el aumento.
Aproveche el nuevo punto de acceso: cuando aparece un nuevo punto de acceso en el mercado, normalmente estará muy activo durante los primeros días. En este momento, siguiendo los pasos de los grandes fondos y entrando al mercado, a menudo se pueden obtener ganancias fácilmente.
Mantenga la calma en un mercado bajista: cuando llega un mercado bajista, debe mantener las manos firmes y es mejor no moverse durante al menos medio año. Sólo operando lo menos posible cuando el mercado no va bien y aprendiendo a descansar podrá convertirse en un maestro de la especulación monetaria.
Revise y ajuste las estrategias periódicamente: revise sus operaciones cada semana, no solo para ver cuánto gana, sino para evaluar si su estrategia es correcta. Si es correcto, cúmplalo y, si no, haz los ajustes oportunos. Durante los próximos meses, tu estrategia comercial será cada vez más estable.
Recuerde, el éxito no es un accidente, ¡pertenece a quienes siempre están preparados!