Los documentos de la demanda de FTX revelan que Nawaaz Mohammad Meerun, de nacionalidad mauriciana, extrajo 1.200 millones de dólares de FTX y Alameda Research en solo un año, con una técnica casi perfecta y sin dejar una cadena de evidencia directa.

Primer acto: la magia del precio de BTMX

En enero de 2021, Meerun eligió un token de baja liquidez, BTMX, como su primer objetivo. A través de una estrategia de trading cuidadosamente diseñada, controló silenciosamente casi el 50% de la oferta total de tokens en la red en dos meses. Con sus operaciones, el precio de BTMX se disparó de un insignificante 0.03 dólares a 3 dólares, con un asombroso aumento del 10,000%.

El avance clave fue que aprovechó hábilmente la falla en el sistema de trading de margen de FTX: utilizando BTMX artificialmente elevado como colateral, logró pedir prestados cientos de millones de dólares y rápidamente transfirió 450 millones de dólares a múltiples billeteras anónimas.

Segundo acto: el golpe mortal de Alameda Research

Inmediatamente, Meerun fijó su objetivo en Mobile Coin (MOB). Estableció una posición corta que representaba el 10% del suministro total de MOB en FTX, obligando a Alameda Research a hacerse cargo.

Para cerrar posiciones, Alameda tuvo que comprar grandes cantidades, lo que provocó que el precio de MOB se disparara un 750% en unas pocas semanas. Cuando Alameda desaceleró las compras, el precio se desplomó inmediatamente, causando pérdidas de casi mil millones de dólares.

Estructura criminal sofisticada

El método delictivo de Meerun es asombroso: utilizó documentos de identidad robados o falsificados para abrir múltiples cuentas en FTX, e incluso creó 64 subcuentas para eludir las restricciones de la plataforma.

A través de flujos de fondos complejos y manipulación de precios, prácticamente jugó con todo el intercambio en su palma.

Sombras detrás de escena: conjeturas sobre redes criminales

Más sorprendente aún, los documentos de la demanda de FTX no solo revelaron la manipulación del mercado por parte de Meerun, sino que también lo vincularon con redes criminales de Europa del Este y organizaciones extremistas sospechosas.

Estas acusaciones involucran tráfico de personas, lavado de dinero e incluso posible financiamiento del terrorismo.

Epílogo: un rompecabezas incompleto

A pesar de ser finalmente descubierto, Meerun incluso presentó en 2024 una reclamación por 12 millones de dólares a los administradores de quiebra de FTX, su audacia y falta de miedo son sorprendentes.

Límites de la regulación

Este emocionante caso no solo es una historia de crimen personal, sino también un agudo interrogante sobre la vulnerabilidad del ecosistema de criptomonedas. Expone las graves fallas en el control de riesgos y la verificación de identidad de los intercambios, y suena la alarma para la industria.

En esta era salvaje de las finanzas digitales, ¿quién puede decir cuándo aparecerá el próximo Meerun? Solo manteniendo la vigilancia y perfeccionando continuamente el sistema de regulación se puede fortalecer la defensa del mundo de las criptomonedas.