La red basada en el kit de desarrollo de software Polygon Prom lanzó su mainnet tras una extensa campaña de pruebas que involucró más de 25 millones de transacciones de dos millones de billeteras únicas.
Según un anuncio del 21 de noviembre, Prom aprovecha la criptografía de prueba de conocimiento cero (ZK-P) para mejorar la seguridad y escalabilidad, al tiempo que reduce los costos de transacción. La solución en cuestión —aún no generalizada debido a la dificultad técnica de su implementación— permite una alta velocidad de transacción e interacción fluida con la cadena de bloques. Iva Wisher, COO de Prom, dijo:
“Estamos emocionados de abrir un nuevo capítulo para Prom y agilizar la expansión de nuestro ecosistema al dar la bienvenida a desarrolladores y usuarios para interactuar con la cadena. [...] Estamos comprometidos con una mejora constante de la eficiencia, transmitiendo escalabilidad y comodidad en las acciones diarias en la cadena, y estamos ansiosos por dar la bienvenida a una ola de productos construidos en nuestra red.”
La nueva red es el resultado de un proyecto que comenzó en 2019 como una colaboración entre Polygon, DWF Labs, Ankr, Goldsky, Automata y Blockscout. El token nativo de la red, PROM, ya está listado en la principal bolsa del mundo, Binance, así como en HTX, KuCoin, Gate.io, Upbit y AscendEx.
La red aprovecha la organización autónoma descentralizada (DAO) de Prom para gestionar su programa de subvenciones y tomar decisiones sobre la evolución futura del protocolo participando en los procesos de gobernanza. Todos los poseedores de tokens tienen voz y los votos se emiten de manera transparente en línea.
Aparte de permitir la participación en los procesos de la DAO, PROM también sirve como el token de tarifas de gas al ser la única forma de pagar las tarifas de transacción de la red. La red adoptó un algoritmo de consenso de autoridad de prueba de participación (PoSA), un híbrido entre prueba de participación (PoS) y prueba de autoridad, siendo este último una versión modificada de PoS.
PoSA se basa en validadores de transacciones que no solo son conocidos, sino que también tienen tokens —en este caso PROM— en juego. Si se comportan mal, su participación se reduce, estableciendo una penalización financiera por conducta inapropiada. En comparación con el algoritmo de prueba de trabajo de Bitcoin, PoSA es significativamente menos intensivo en energía.
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