Según BlockBeats, el 19 de noviembre, los datos de CloverPool indicaron un ajuste reciente en la dificultad de minería de Bitcoin a la altura del bloque 870.912. Este ajuste se produjo a las 4:42:12 UTC+8, lo que resultó en un aumento del 0,63%, lo que llevó la dificultad de minería a un nuevo récord de 102,29 T. Esto marca una continuación de la tendencia de aumento de los niveles de dificultad en la minería de Bitcoin.

El ajuste refleja los cambios actuales en la potencia computacional de la red Bitcoin, que se mide por la tasa de hash promedio. Durante los últimos siete días, la tasa de hash promedio de la red ha sido de aproximadamente 738,3 EH/s. Este aumento en la dificultad de minería es una respuesta al aumento de la tasa de hash, lo que significa que la potencia computacional que se dedica a la minería de Bitcoin a nivel mundial está creciendo.

Estos ajustes son parte del protocolo de la red de Bitcoin, diseñado para mantener un tiempo de producción de bloques constante de aproximadamente 10 minutos. A medida que más mineros se unen a la red y la tasa de hash aumenta, el nivel de dificultad se ajusta para garantizar que los bloques no se produzcan demasiado rápido. Por el contrario, si la tasa de hash disminuye, la dificultad se reduce para mantener la tasa de producción de bloques.

El aumento continuo en la dificultad de minería subraya la naturaleza competitiva de la minería de Bitcoin, ya que los mineros invierten en tecnología más avanzada para aumentar sus posibilidades de minar nuevos bloques con éxito. Esta tendencia también destaca el creciente consumo de energía asociado con la minería de Bitcoin, que ha sido un tema de discusión y preocupación entre ambientalistas y partes interesadas de la industria.

En general, el último ajuste en la dificultad de minería de Bitcoin refleja la naturaleza dinámica y en evolución del paisaje de criptomonedas, ya que los mineros y la red se adaptan a las condiciones cambiantes y los avances tecnológicos.