Encontré muchas referencias a esta aclaración, pero ya se eliminó del sitio web de DPS. Según tengo entendido, esto fue antes de la Ley de Activos Virtuales. Sin embargo, la información es interesante.
La explicación sobre la tributación de las transacciones con criptomonedas por parte de las autoridades fiscales ucranianas es bastante clara, aunque plantea muchas preguntas. El DPS de Ucrania señala que, a pesar de la falta de un estatus legal definido para las criptomonedas en el país, los ingresos obtenidos de las operaciones con ellas están sujetos a impuestos.
1. ¿Qué está sujeto a impuestos?
No es el beneficio (es decir, la diferencia entre la compra y la venta) lo que está sujeto a impuestos, sino todos los ingresos recibidos por la venta de criptomonedas. Por ejemplo, si compró 10 000 USD de Bitcoin y lo vendió por 30 000 USD, el impuesto se calcula sobre el monto total de la venta de 30 000 USD, no sobre la ganancia neta de 20 000 USD.
2. Tipos impositivos:
Impuesto sobre la renta de las personas físicas: 18% de la renta.
Tasa militar: 1,5% adicional.
3. ¿Cómo funciona?
Si los ingresos procedentes de criptomonedas se reciben a través de residentes de Ucrania, se incluyen como "otros ingresos". Si el pago proviene del exterior, se clasifica como ingreso del exterior. En todo caso, el contribuyente deberá presentar la declaración anual y pagar él mismo el impuesto, si la fuente de ingresos no es un agente fiscal.
Crítica
Este tipo de impuestos parece más una penalización a la innovación que un verdadero mecanismo regulatorio. Pagar impuestos sobre los ingresos totales (sin tener en cuenta los gastos) es un absurdo que fomenta los esquemas "grises" y la transición al offshore. Imagínese si los impuestos se evaluaran sobre el valor total de la propiedad que vendió, excluyendo su precio original. No sólo es injusto, sino que desalienta a inversores y empresarios.
Además, esta política crea el terreno para la doble imposición: ya has pagado la comisión del intercambio o de la red y ahora añades impuestos sobre todos los ingresos. Pregunta: ¿Quiere el Estado estimular la economía digital o simplemente monopolizar los fondos de los ciudadanos? La respuesta, lamentablemente, es obvia.