El fuerte repunte reciente del bitcoin ha alejado al capital del oro, ya que los inversores están reevaluando sus carteras tras los resultados de las elecciones estadounidenses. Liuting Yu, gestor de fondos del ETF Yongying CSI Shanghai-Shenzhen-Hong Kong Gold Industry Stock, destacó que la "operación Trump" prevista entre septiembre y octubre se materializó, lo que provocó una toma de ganancias en el oro y llevó los fondos al bitcoin.

“Las monedas virtuales y el oro tienen cierta capacidad de sustitución por las monedas soberanas”, explicó Yu en un informe de China Fund News. “El fuerte aumento reciente del bitcoin ha atraído algunos fondos que han pasado del oro al bitcoin”.

Los precios del oro experimentaron una caída a medida que las posiciones largas se deshicieron después de las elecciones estadounidenses, lo que creó oportunidades para que el capital fluyera hacia Bitcoin. Este cambio se alinea con los datos que indican una correlación mínima récord entre Bitcoin y el oro. K33 Research informó que la correlación de 30 días llegó a -0,36, la más baja en casi un año, lo que destaca una divergencia en sus trayectorias de precios.

Además, el iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock ha superado a su iShares Gold Trust (IAU) en activos netos. Según los últimos datos, IBIT posee 33.200 millones de dólares en comparación con los 32.000 millones de IAU, a pesar de que el ETF de oro se lanzó en 2005. Este hito refleja la creciente confianza de los inversores en Bitcoin como una clase de activo viable.

El atractivo de Bitcoin se debe a su naturaleza descentralizada, su cronograma de emisión predecible y su creciente adopción institucional. Por el contrario, el oro se ha enfrentado a vientos en contra a medida que los inversores buscan mayores rendimientos de los activos digitales. El "comercio de Trump" posterior a las elecciones ha reforzado el dominio de Bitcoin, especialmente porque la criptomoneda sigue rompiendo niveles de resistencia históricos.

A medida que evoluciona la dinámica del mercado de Bitcoin, su rivalidad con el oro pone de relieve las preferencias cambiantes de los inversores. Si bien el oro sigue siendo un activo de refugio seguro tradicional, el papel cada vez mayor de Bitcoin en las carteras refleja una transición más amplia hacia los activos digitales en el panorama financiero moderno.