Tomé la difícil decisión de vender mis $DOGE a 0,4 (compré la mayor parte a 0,13). No fue fácil, pero lo hice. Vendí el 80% de mis DOGE, todos mis BTC y el 50% de mis $SOL, dejando una pequeña parte para posibles eventos futuros del mercado.
¿Por qué hice esto en lugar de esperar las prometidas "montañas doradas" de los analistas? Simple: mi objetivo no es perseguir oscilaciones de precios a corto plazo ni estresarme por el mercado bajista que se avecina, preguntándome si despertaré con un colapso y una pérdida de riqueza. Quiero proteger mi capital.
No lo voy a negar: pensar en $1 DOGE o $100k BTC fue tentador. Pero al final del día, esos son solo pensamientos, no la realidad. No puedo controlar los gráficos ni el sentimiento de los inversores, y no puedo evitar que otros vendan o empujen el mercado en una dirección.
Así que tomé la decisión equilibrada de bajarme de esta montaña rusa de emociones y marcharme con una ganancia sólida, algo que no podría haber imaginado hace unos meses. El índice de miedo y codicia está en 88 en este momento, lo que parece una bomba de tiempo.
Les deseo todo lo mejor.