El #MarketDownturn en 2024 es el resultado de múltiples factores que afectan a las economías de todo el mundo y ha generado una considerable ansiedad entre los inversores y los operadores. A continuación, se ofrece una descripción detallada y coherente de lo que está sucediendo:

1. Cambios en las tasas de interés y debilidad económica: uno de los principales factores desencadenantes son los diferentes enfoques de los bancos centrales para abordar la inflación. Por ejemplo, el Banco de Japón sorprendió a los mercados con un aumento de las tasas de interés, lo que afectó al yen y afectó significativamente a las acciones mundiales. Al mismo tiempo, en los Estados Unidos, un mercado laboral estancado (con un crecimiento del empleo en julio por debajo de las expectativas) ha alimentado los temores de una recesión. Mientras tanto, la Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido las tasas de interés, lo que se suma a la incertidumbre del mercado, ya que los inversores se preocupan por una desaceleración de la actividad empresarial y de los consumidores.

2. Principales movimientos corporativos y sentimiento de los inversores: las decisiones de inversión a gran escala han agregado volatilidad. La notable reducción de la participación de Berkshire Hathaway en Apple, por ejemplo, se interpretó como una señal de advertencia, dada la reputación del conglomerado de estrategias de inversión a largo plazo. La decisión de la empresa de mantener importantes reservas de efectivo ha amplificado los temores de una recesión económica.

3. Impactos regionales y sectoriales: Las distintas regiones han sentido las ondas de choque de forma diferente. El Nikkei 225 de Japón ha eliminado las ganancias anuales, y los mercados de gran peso tecnológico en Corea del Sur y Taiwán están sufriendo debido a la caída de las acciones de semiconductores. En Australia, las empresas mineras han amortiguado un poco el golpe, a pesar de las pérdidas en el sector tecnológico.

4. Volatilidad de las criptomonedas: Los activos digitales no son inmunes a la recesión. Bitcoin y otras criptomonedas importantes han experimentado caídas significativas, lo que refleja un sentimiento de mercado más amplio de aversión al riesgo. Con la incertidumbre que rodea a los mercados tradicionales, algunos inversores están reconsiderando sus inversiones en criptomonedas, lo que contribuye a pérdidas de valor sustanciales.