El Consejo de Reforma Administrativa y Financiera Digital celebró recientemente su octava reunión en Japón, y los documentos resultantes pintan un panorama de gobernanza digital utilizando IA, drones, NFT, robots, intercambio masivo de datos en la nube e incluso controles médicos en estaciones de tren.
Mientras el mundo occidental se hunde cada vez más en la obsesión y la confusión sobre la política estadounidense con los últimos nombramientos del gabinete de Trump, el gobierno de Japón está presionando silenciosa pero coercitivamente para subir a toda la nación a un sistema de intercambio de datos basado en la nube.
La opinión pública japonesa expresa su preocupación por las intenciones de la 8ª reunión del Consejo
El 12 de noviembre (JST), el Consejo de Reforma Administrativa y Financiera Digital del gobierno celebró su octava reunión, a la que asistieron el primer ministro Shigeru Ishiba y el ministro de Transformación Digital (DX), Masaaki Taira. Tras la reunión, publicaron un documento con detalles de su debate, que parece sacado de una novela de ciencia ficción.
Para algunos, las repetidas referencias a las monedas digitales locales para revitalizar las economías, el uso de NFT (tokens no fungibles) para impulsar iniciativas regionales y otros proyectos orientados a los datos, y el uso de DAO (organizaciones autónomas descentralizadas) parecen indicar un futuro brillante para el país del sol naciente. Pero no todos están convencidos de que los planes, que suenan a dulce, tengan buenas intenciones.
Fuente: https://www.cas.go.jp
“Para la digitalización, queremos un sistema NEC fabricado en Japón. ¡No está bien adoptar sistemas fabricados por China o Corea del Sur!”, dijo un crítico en la plataforma de redes sociales X.
Como Cryptopolitan ha informado anteriormente, el impulso a la “Transformación Digital” en Japón por parte de figuras como el ministro de DX, Masaaki Taira, y el líder de la oposición, Yuichiro Tamaki, está alcanzando su punto álgido. Si a esto le sumamos el recién elegido “fanático de la defensa” (léase: Warhawk), el primer ministro Shigeru Ishiba, y los rumores sobre una moneda digital del banco central (CBDC), queda claro por qué aumentan los temores a una toma de poder distópica.
El documento de la agenda recientemente publicado de la octava reunión del consejo prevé, entre otras cosas:
Uso de monedas digitales locales para revitalizar las economías.
“Ampliando los canales de venta de productos agrícolas mediante NFT”.
Monitoreo de granjas lecheras con IA.
Implementación de trabajadores robóticos en centros de salud.
Sustitución de puestos de trabajo humanos por robots/automatización.
Inspección cercana de puentes e infraestructura con drones en lugar de humanos en el lugar.
Autobuses y taxis autónomos (sin conductor).
Intercambio de datos en la nube sobre información del sistema educativo (asistencia escolar, etc.).
Intercambio de datos en la nube entre las principales empresas automovilísticas sobre las emisiones de CO2.
Intercambio de información médica basado en la nube.
Uso ampliado del sistema de identificación general “Mi Número”.
Revisiones médicas online en estaciones de tren y oficinas de correos.
“Desarrollar infraestructura para utilizar un sistema común para determinar dónde se encuentran las personas en tiempos de emergencia, incluso en tiempos de paz”.
Fuente: https://www.cas.go.jp Los japoneses contraatacan a la agenda de vigilancia
“El anterior Ministro Digital habló con regocijo sobre el hecho de que se había firmado un contrato con una empresa extranjera en dólares de Government Cloud para la estandarización del sistema, pero ¿cuánto ha aumentado los costos la debilidad del yen?”, respondió un usuario de X (traducido por Google) a la publicación de la cuenta oficial del primer ministro.
Se trataría de una referencia a Taro Kano, quien en los últimos meses ha defendido de forma controvertida el cierre centralizado de empresas fallidas.
Fuente: x.comFuente: https://www.cas.go.jp
En vista de los temores cada vez más fuertes de una agenda globalista draconiana y de que los medios locales occidentalizados se niegan a ver lo que está sucediendo (o a escuchar las voces del pueblo japonés) cuando se trata de cuestiones como las ciudades de 15 minutos, tal vez sea más que comprensible que la gente esté enojada.
Muchos de los residentes del país, abrumados por el turismo y económicamente asediados, no quieren que un robot cuide a sus abuelas o que las cuide en la estación de tren, incluso con la incorporación de brillantes NFT y el apoyo verbal a las criptomonedas en aras de obtener beneficios políticos.