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¿Qué es la divergencia?

La divergencia, en finanzas, ocurre cuando un activo se mueve en la dirección opuesta a otro indicador de mercado, generalmente representado por un indicador de análisis técnico. Los inversores y operadores utilizan las divergencias para tratar de determinar si una tendencia del mercado se está debilitando, lo que puede indicar un período de consolidación o una reversión.

Un ejemplo simple de un indicador que puede revelar divergencias es el volumen de operaciones. En este caso, una divergencia ocurre cuando el precio de mercado se mueve en la dirección opuesta al volumen de operaciones. Por ejemplo, si el precio de un activo aumenta mientras que el volumen disminuye, esto puede interpretarse como una divergencia.

Si bien pueden existir divergencias entre el precio de mercado de un activo y cualquier otro dato, se asocian más comúnmente con los indicadores de análisis técnico, en particular los osciladores como el índice de fuerza relativa (RSI) o el RSI estocástico.

Las divergencias pueden ser positivas o negativas, aunque no siempre están presentes. Una divergencia positiva puede ocurrir cuando el precio de un activo está disminuyendo, pero un indicador técnico muestra un aumento en la fuerza de compra (o una disminución en la presión de venta).

Una divergencia positiva a menudo se considera una señal alcista y puede, en algunos casos, indicar una reversión de la tendencia alcista. Por el contrario, una divergencia negativa ocurre cuando el precio está aumentando, pero el indicador muestra una disminución en la fuerza de compra (o un aumento en la presión de venta).

Las divergencias pueden ayudar a los operadores a definir sus puntos de entrada y salida, así como sus niveles de stop loss. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las divergencias no siempre son visibles y también pueden generar señales comerciales falsas; por lo tanto, es prudente utilizarlas junto con otros análisis.