El jefe de la Fed no se irá: Ron Paul critica la autoridad 'intocable' de Powell
El excongresista Ron Paul examinó la Reserva Federal y su liderazgo, expresando preocupaciones sobre la dinámica de poder entre la Fed, su presidente Jerome Powell, y las influencias políticas del presidente electo Donald Trump.
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En una reciente entrevista, Ron Paul expresó fuertes reservas sobre el papel actual de la Reserva Federal y su potencial impacto en la economía de EE. UU., atacando específicamente el liderazgo del presidente de la Fed, Jerome Powell, en medio de presiones políticas. Según Paul, la inmensa influencia de la Fed sobre la política financiera se extiende mucho más allá de su mandato previsto, con decisiones que afectan todo, desde la estabilidad del mercado hasta la inflación. Este nivel de influencia, argumenta Paul, como ha hecho muchas veces en el pasado, es problemático dada la falta de responsabilidad en las operaciones de la Fed.
La crítica de Paul viene después de los comentarios de Powell sobre su decisión de permanecer en su puesto a pesar de la presión del ex presidente Donald Trump. En su declaración, Powell aclaró que su papel está legalmente protegido de un despido presidencial directo, afirmando su independencia de la rama ejecutiva. Sin embargo, Paul cree que este arreglo le otorga a la Reserva Federal un poder sin control, permitiéndole operar como una autoridad financiera intocable. Este poder, sostiene, crea condiciones para políticas que pueden no alinearse con los intereses más amplios del público estadounidense.
"Él estaba bastante descontento", dijo Paul sobre los comentarios de Powell. "En verdad, no tenía las respuestas. Te dice sobre la influencia que la Fed tiene en la economía."
El excongresista continuó su análisis vinculando las decisiones de la Fed a implicaciones económicas más amplias, destacando cómo las decisiones de política monetaria pueden impactar a los estadounidenses en su día a día. Paul expresó su preocupación por el creciente endeudamiento nacional y el gasto deficitario, enfatizando el potencial de "mala inversión" a medida que la Fed navega por las tasas de interés y el control de la inflación. Según Paul, estas elecciones no solo orientan los indicadores económicos, sino que influyen directamente en el bienestar financiero de los ciudadanos a través de la erosión del poder adquisitivo y los impactos en el mercado especulativo.
Para Paul, la existencia de la Reserva Federal en sí es cuestionable. Citó la Constitución de EE. UU., argumentando que no hay una base constitucional para un banco central con control de monopolio sobre la moneda de la nación. Este monopolio, en su opinión, crea una dependencia económica que contradice los principios del libre mercado, socavando la libertad financiera individual. La crítica de Paul se extendió a la legalidad del control de la Reserva Federal sobre la economía, llamándolo un "mecanismo de falsificación" que inyecta moneda fiduciaria en el sistema sin la supervisión adecuada.
Paul también mencionó el potencial de correcciones del mercado, o "liquidaciones", como ajustes necesarios para una economía saludable, especialmente a la luz de la reciente expansión monetaria y la creciente deuda. Advirtió que la dependencia excesiva de la capacidad de la Fed para "imprimir dinero" arriesga empujar a la economía hacia un crecimiento insostenible, lo que podría llevar a la inflación y a la devaluación del dólar estadounidense. Comparó este escenario con los colapsos económicos vistos en países que enfrentan hiperinflación, afirmando que sin un cambio, la economía de EE. UU. podría enfrentar una trayectoria similar.
Si bien Paul reconoció que Powell ha intentado cierta moderación al aumentar las tasas de interés, cuestionó si estas acciones son suficientes. Señaló que a pesar de los intentos de Powell por moderar la inflación, poderosas entidades financieras continúan presionando por tasas bajas que permiten inversiones de alto riesgo. Paul sugirió que tales políticas benefician desproporcionadamente a grandes instituciones mientras dejan a los estadounidenses promedio vulnerables a las fluctuaciones del mercado y la devaluación de la moneda.