El precio de Bitcoin se disparó a un nuevo máximo histórico, alcanzando los 75.000 dólares en un momento dado, un aumento de más del 8%.

Precisamente ayer, Trump declaró la victoria.

Mirando hacia atrás en 2019, Trump, como entonces presidente de los Estados Unidos, tuiteó que no era partidario de Bitcoin y otras criptomonedas, criticándolas por no ser dinero y cuyo valor era extremadamente inestable y se generaba completamente de la nada. También expresó su preocupación por una serie de problemas causados ​​por la falta de regulación de las criptomonedas: "Los criptoactivos no regulados pueden promover comportamientos ilegales, incluido el tráfico de drogas y otras actividades ilegales".

En marzo de este año, Trump empezó a hablar de las ventajas de las criptomonedas: "Gano dinero con ellas y me divierto con ellas".

En su entrevista con CNBC, Trump las llamó "nuevas monedas locas". Dos meses después, cuando recibió a "grandes poseedores" de sus NFT en Mar-a-Lago, anunció que "apoyaría" las criptomonedas y criticó a Biden y al Partido Demócrata por ser "anti-criptomonedas", una reunión que muchos visto como un punto de inflexión que eleva las criptomonedas a un tema clave en esta campaña electoral.

Cuando anunció que despediría al presidente de la SEC, Gary Gensler, una vez que regresara a la Casa Blanca, la audiencia inmediatamente estalló en vítores y aplausos. Además, también afirmó que, de ser reelegido, establecería un comité asesor presidencial para garantizar que el marco regulatorio de las criptomonedas se convierta en ley.

Además, la familia Trump también lanzó el proyecto de finanzas descentralizadas (DeFi) World Liberty Financial (WLFI) para brindar servicios de préstamo de criptomonedas en la red Ethereum.

La victoria de Trump es ampliamente vista como una gran ayuda para la industria de las criptomonedas, ya que el multimillonario magnate inmobiliario convertido en político expresó una postura a favor de las criptomonedas antes de las elecciones.

Animemos juntos a Trump.

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