Las elecciones en Estados Unidos son una montaña rusa, y ahora están en una fase de "curva" cuyo desenlace nadie puede predecir. Las últimas encuestas muestran que la candidata demócrata Harris puede obtener actualmente 201 votos electorales, mientras que el candidato republicano Trump puede obtener 199 votos electorales.

En pocas palabras, ahora se trata de quién consiga primero los 138 votos electorales restantes, quien podrá sentarse en el trono presidencial. Estos 138 votos son como un gran pastel, ambos lados están ansiosos, esperando a ver quién actúa primero.

Por el lado de Harris, ya ha conseguido 186 votos de estados demócratas, además de 15 votos de estados inclinados hacia los demócratas, lo que equivale a tener una base sólida. Trump, por su parte, ha conseguido 172 votos de estados republicanos y 27 votos de estados inclinados hacia los republicanos.

La situación actual es que Harris ya está "liderando", pero Trump tampoco es de los que se rinde fácilmente, aún tiene oportunidades. A partir de ahora, la clave estará en esos estados que aún no han decidido a quién votar. Quien logre "atraer" a más votantes en estos estados, será quien finalmente gane.

Esto es realmente una "lucha de titanes", ambos lados han utilizado todas sus estrategias, y los métodos para "captar votos" no dejan de aparecer. El resultado final dependerá de la elección del pueblo.

Al fin y al cabo, quién sea el presidente, al final se decidirá por el voto del pueblo.