No pude controlar mis manos, esta vez finalmente perdí todo, mis ahorros de dos o tres décadas se desvanecieron, una noche sin dormir, lleno de arrepentimiento.
Soy un fracasado total en la vida, nunca podré perdonarme por este grave error. La codicia me aplastó y también me destruyó. A pesar de haber ganado la riqueza que podría cambiar mi vida. Perdí, no tengo amigos. Aparte de las criptomonedas, no tengo otra vida, esto es todo lo que tengo, y ahora también ha desaparecido. Me tomó varios años alcanzar esta altura, pero lo perdí todo en una noche.
A estas alturas, a quienes más decepciono es a mi familia. Todo ha terminado, las criptomonedas no son más que un sueño de venganza para los perdedores.