Aproximadamente una semana después de presentar su vehículo robótico de conducción autónoma, Tesla puede estar siendo objeto de escrutinio debido a su software de conducción autónoma.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) anunció el viernes 18 de octubre de 2024 que ha abierto una investigación sobre 2,4 millones de vehículos Tesla equipados con el software de conducción autónoma total (FSD) del fabricante de automóviles.

La investigación surgió en respuesta a cuatro colisiones reportadas, incluido un accidente fatal, en las que se utilizó la tecnología en condiciones de visibilidad reducida.

El FSD de Tesla tiene limitaciones

El regulador de seguridad automotriz de EE. UU. está investigando los vehículos Model S y X 2016-2024, Model 3 2017-2024, Model Y 2020-2024 y el Cybertruck 2023-2024 de Tesla.

Esta evaluación es el primer paso de la investigación de la NHTSA. La investigación podría llevar a que el regulador exija la retirada de estos vehículos si determina que plantean riesgos considerables para la seguridad pública.

La investigación revisará qué tan bien está equipado el software FSD de Tesla para “detectar y responder adecuadamente a condiciones de visibilidad reducida en la carretera”.

La NHTSA también buscará otros casos de accidentes en condiciones similares de baja visibilidad. Por último, comprobará si el fabricante de vehículos eléctricos ha actualizado su sistema FSD lo suficiente como para afectar a su rendimiento en condiciones meteorológicas adversas.

Al hablar sobre los problemas de FSD del fabricante de vehículos eléctricos y la investigación, Jeff Schuster, vicepresidente de GlobalData, dijo que "las condiciones climáticas pueden afectar la capacidad de la cámara para ver cosas". Agregó que espera que los reguladores lo investiguen.

En el pasado, Tesla ha admitido públicamente que su software FSD “requiere la supervisión activa del conductor y no hace que los vehículos sean autónomos”, a pesar de que el nombre sugiere lo contrario.

La noticia llega mientras el director ejecutivo Elon Musk continúa impulsando a la compañía a adoptar la tecnología de conducción autónoma y los robotaxis para apuntalar la disminución de la demanda en su negocio automotriz.

Tesla ha tenido problemas regulares con la NHTSA.

Hace aproximadamente una semana que Musk presentó el robotaxi “Cybercab” de dos puertas y dos plazas, un coche futurista sin volante ni pedales. El robotaxi se basará únicamente en cámaras e inteligencia artificial, una medida que los rivales de Tesla aún no han adoptado por completo, ya que siguen apegándose a tecnologías de sensores como el lidar y el radar.

El fabricante de vehículos eléctricos se ha enfrentado en el pasado a escrutinio legal por su tecnología de conducción autónoma. Un incidente notable ocurrió en abril cuando un Tesla Model S en modo de conducción autónoma total atropelló y mató a un motociclista de 28 años en Seattle. Esto, junto con otros incidentes, ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de las capacidades de conducción autónoma de Tesla. La medida se vuelve aún más audaz considerando que optó por no incluir algunos de los sensores de respaldo adicionales que utilizan sus competidores.

La última investigación de la NHTSA se produce tras un retiro en diciembre de 2023 de más de 2 millones de vehículos Tesla para instalar nuevas medidas de seguridad en su sistema avanzado de asistencia al conductor, el piloto automático. Según se informa, el regulador todavía está investigando si ese retiro fue adecuado.

Los analistas de la industria sugieren que si la NHTSA considera que el enfoque de Tesla hacia la tecnología de conducción autónoma es defectuoso, podría tener implicaciones más amplias para el futuro de los vehículos autónomos.

La última investigación de la NHTSA sobre la tecnología FSD probablemente se centrará en si el fabricante de automóviles ha implementado actualizaciones para abordar los riesgos asociados con la visibilidad reducida en la carretera y la eficacia de esas actualizaciones.

Los reguladores también examinarán la evaluación de Tesla sobre el impacto de estas actualizaciones en la seguridad, a la vez que determinarán la dirección regulatoria futura para las tecnologías de conducción autónoma.