Los fiscales de Corea del Sur han presentado pruebas contundentes que indican que Do Kwon y Daniel Shin, cofundadores de Terraform Labs, pueden haber orquestado un plan para engañar a los inversores desde el inicio de la empresa. Esta revelación ensombrece la integridad de la industria blockchain y plantea importantes preocupaciones sobre la supervisión regulatoria.

Las acusaciones sugieren un fraude premeditado, que podría socavar la confianza de los inversores en el mercado de criptomonedas en general. A medida que los organismos reguladores de todo el mundo examinan el sector más de cerca, este desarrollo podría conducir a regulaciones más estrictas y un mayor escepticismo, lo que debilitaría aún más el sentimiento del mercado.